Javier Sicilia presenta el poemario 'Vestigios' para despedirse
Javier Sicilia considera que "el mundo ya no es digno de la palabra". El poeta y activista mexicano presentó este martes su último libro, Vestigios, dos años después de la muerte de su hijo Juan Francisco.
"Un poeta vive de sus palabras y del lenguaje de su época. Cuando se degrada esa lengua, no se puede usar. No alcanza", dijo Sicilia en entrevista en la Casa del Poeta de la Ciudad de México.
"Siempre se olvida que el silencio es parte de la palabra. Y hay veces que en un mundo así el silencio dice más que las palabras", agregó.
El escritor contó que los poemas ya estaban escritos cuando se enteró de la muerte de su hijo, tras lo cual escribió uno último dedicado a este y luego "ya no tenía ganas de escribir" ni de publicar.
Juan Francisco fue asesinado el 28 de marzo de 2011 junto a otros seis jóvenes en Temixco, en el estado de Morelos.
Sicilia dijo que su retiro es definitivo, pero que la poesía seguirá presente en él: "Uno puede dejar de escribir poemas, pero no puede dejar de mirar, de sentir, de oír como un poeta (...). Y siempre aparecerá".
( Un retiro temporal del Movimiento por la Paz )
El fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad presentó su obra junto a los poetas Sergio Mondragón y Eduardo Vázquez.
"Comprendimos que la palabra no era una nueva mercancía, una moneda de cambio", dijo Vázquez en la conferencia de prensa de la presentación.
Sergio Mondragón, en tanto, señaló que Sicilia "transpira poesía en todo lo que hace" y que "no puede dejar de hablar en poesía".
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En 2011, Sicilia fue elegido por la revista Time como uno de los personajes del año.
El poeta nació en la ciudad de México el 31 de mayo de 1956. Estudió Letras Francesas en la Universidad Nacional AUtónoma de México. Fue editor de varias publicaciones, guionista de cine y televisión, así como profesor.
Entre sus obras de poesía están Permanencia en los puertos (1982), La presencia desierta (1985) y Trítico del desierto (2009).
Obtuvo el premio José Fuentes Mares de 1991 por El bautista, y junto con Jorge González de León, el Ariel para el mejor guión cinematográfico por Goitia, un dios para sí mismo.
Con información de EFE