El INAH busca 'reforzar' la ley para la protección del patrimonio cultural
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) buscará que se fortalezcan legalmente las medidas de protección al patrimonio del país de intereses ajenos al cultural, informó la nueva titular de la dependencia, Teresa Franco, en medio de la polémica por los supuestos sobornos que dio una cadena de tiendas de autoservicio a funcionarios mexicanos para construir una sucursal en una zona arqueológica.
Franco, quien asumió este lunes el cargo de directora general del INAH en sustitución de Sergio Arroyo, dijo a CNNMéxico que buscará que el instituto pueda "incidir más en las legislaciones que controlan y previenen fenómenos que pueden ser muy destructivos".
"El patrimonio cultural en muchos casos está involucrado en problemas contemporáneos, en intereses, que se deben escuchar, de leerse, a efecto de lograr que se preserve esa memoria que todos los días nos descifra parte de las identidades que vamos siendo pero que tienen que ver con lo que hemos sido", señaló la funcionaria.
Las declaraciones de Franco ocurren en medio de la polémica desatada a finales de 2012 por unos presuntos sobornos que la cadena estadounidense Wal-Mart dio a distintas autoridades entre 2003 y 2005 para la construcción de una sucursal en la zona arqueológica de Teotihuacán.
La salida de Arroyo, quien tuvo un primer periodo como titular del INAH entre 2000 y 2005, ocurrió sin que se diera a conocer alguna razón de por medio. Franco señaló que si hubiera alguna responsabilidad en las investigaciones por el caso Wal-Mart, "él lo asumirá".
En diciembre de 2012, un reportaje publicado en The New York Times reveló que Wal-Mart estaba vinculada con sobornos —la mayoría en pagos en efectivo, con un monto de hasta 24 millones de dólares— a funcionarios de México, con el fin de obtener facilidades para los permisos de construcción, citando el caso de Teotihuacán.
Teresa Franco, quien ya había ocupado la dirección general del INAH de 1992 a 2000, destacó que además del reforzamiento de elementos legales, pondrá énfasis durante su gestión en proyectos que busquen dar "mucho más calibre a las políticas que tenemos de conservación, de enriquecimiento y difusión".
"Por un lado, Teotihuacán es una maravilla y por otro es el retrato de las grandes tareas que tenemos que acometer (...) No hay que desconocer que los municipios tienen a su cargo el ejercicio de algo tan fundamental para la vida contemporánea y para el rescate del pasado como es el uso del suelo, o esto se hace en conjunto o no podrá solucionarse", dijo Franco a CNNMéxico.
En la comparecencia que Sergio Raúl Arroyo sostuvo ante la Cámara de Diputados por el caso Wal-Mart a principios de año, el extitular del INAH pidió que se dotara de mayores facultades al instituto para tener injerencia en los planes de desarrollo urbano y cambio en uso de suelo.
Mayor responsabilidad de gobiernos locales
Franco González aseguró que gran parte del patrimonio arqueológico en México se juega en "espacios conflictivos" y para resolverlo no será suficiente una mayor injerencia, pues también se necesita la participación de todos los niveles del gobierno.
"Hay que dotar de una responsabilidad mayor sobre esta conservación a los gobiernos locales… no entiendo por qué no podemos también lograr que los cabildos tomen esta cuestión como un compromiso absoluto", aseguró Franco en entrevista telefónica con CNNMéxico.
Tras ser nombrada este lunes como directora del INAH por el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, Franco González calificó como un "enorme compromiso" su regreso a la institución.
Franco dijo que recibe a un INAH "en marcha frente a grandes retos", que pese a los problemas de presupuesto que ha enfrentado a lo largo de los años "ha habido crecimiento y una presencia mayor que, cuando uno ve el trabajo arqueológico, uno ve una producción que creo es bastante respetable".
María Teresa Franco, quien fuera directora del Instituto Nacional de Bellas Artes de 2006 a 2009, tiene un doctorado por la Universidad Iberoamericana (UIA) y ha sido presidenta del Comité Mexicano de Ciencias Históricas y del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Fue directora de la oficina de Estudios Históricos y en la Secretaría de Relaciones Exteriores trabajó como directora de Cultura del Programa para las Comunidades Mexicanas en el Extranjero.
Entre sus grados académicos está una licenciatura y maestría en Historia por la UIA, licenciatura en Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y estudios de Lengua Inglesa e Historia Latinoamericana en la Universidad de Michigan, entre otros.