Durante el día en que Elena Poniatowska se enteró de que ganó el Premio Cervantes, su casa se “llenó de flores” y se extendió “la fiesta”, con expresiones de alegría y cariño.
“Es la culminación de muchos años de trabajo… no me lo esperaba para nada, ni siquiera estaba yo entre los candidatos”, dijo la escritora la noche de este martes, en entrevista telefónica.
para informarle que el Instituto Cervantes le había otorgado la distinción más importante de la literatura en lengua española.
Desde ese momento, la autora de La noche de Tlatelolco concedió varias entrevistas, en las que no dejó de mostrar su entusiasmo por la distinción.
“Es una alegría, es una muy buena noticia, en medio de muchos desastres que hemos vivido, sobre todo para los periodistas”, comentó la novelista, refiriéndose a la violencia que han padecido en años recientes los informadores en el país.
“Me emociona mucho que en México se den muy buenos escritores, y que obtengan premios”, agregó la mujer que ideó más de 40 libros, como la novela Leonora, donde narra las vivencias de la pintora surrealista Leonora Carrington.
comenta que su sueño ahora es estar cerca de su gente querida, con sus 10 nietos. Pero además de la vida familiar, trabaja en una novela sobre la modelo Lupe Marín, que espera que esté lista para mediados del próximo año.
En medio de la celebración, y con la atención centrada en ella, Poniatowska también expresa su deseo de que ocurra un cambio en México, para que en el futuro puedan cosecharse los frutos de la enseñanza.
“Lo que más me preocupa es que este gobierno le ponga todo el interés, o toda la fuerza, a la educación”, dijo la autora antes de colgar el teléfono, en los últimos minutos del día en que se enteró de que ganó el premio Cervantes, y su casa se llenó de flores. Y de alegría.