Cuatro funcionarios del DF, sancionados por restauración de 'El Caballito'
Dos funcionarios fueron inhabilitados, otros dos suspendidos y un empresario no podrá prestar servicios al Gobierno del Distrito Federal por los daños ocasionados por una fallida restauración a la estatua ecuestre de Carlos IV, conocida como El Caballito, informó este martes la Contraloría General de la capital.
El encargado de la empresa Marina Restauración, Arturo Javier Medina Othón, quien hizo los trabajos, no podrá participar en procedimientos de contratación ni celebrar contratos con la administración pública del Distrito Federal por 10 años.
El director del Fideicomiso del Centro Histórico, José Vicente Arias, y el exdirector de Recursos Materiales y Servicios Generales, Alejandro García Aragón, fueron inhabilitados por un año.
La directora ejecutiva de la Autoridad del Centro Histórico, Josefa María del Carmen Gutiérrez Mora, fue suspendida por 90 días, mientras que Anabell Cabrera Méndez, quien estaba contratada por honorarios en el Fideicomiso del Centro histórico fue suspendida por 60 días.
La Contraloría no aclaró qué papel desempeñaron exactamente en la restauración cada unos de los funcionarios mencionados.
El Fidecomiso Centro Histórico de la Ciudad de México y la Autoridad del Centro Histórico, fueron los organismos encargados de la restauración del monumento. Según el INAH, ambos ordenaron llevar a cabo las labores de limpieza y mantenimiento de la escultura realizada por Manuel Tolsá en el siglo XVIII.
Pero entre los sancionados no se encuentran el titular del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, Inti Muñoz Santini ni la coordinadora de la Autoridad del Centro Histórico, Alejandra Moreno Toscano, a quienes especialistas señalaron en su momento como responsables del daño.
El Caballito sufrió daños “irreversibles” cuando Marina Restauración usó ácido nítrico en la escultura sin la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encargado de preservar el património arqueológico e histórico del país.
El ácido nítrico atacó y disolvió la pátina de la escultura de 5.04 metros de longitud y 4.88 metros de altura, por lo que se perdió el 50% de esa capa estable que protegía al bronce original, de acuerdo con el INAH.
El ácido nítrico dejó de usarle en procesos de restauración desde la década de 1950.
El INAH calcula que el costo de los daños ocasionados a El Caballito asciende a un millón 415,723 pesos, aunque sostiene que “el valor cultural del monumento histórico es incalculable”.