México necesita de un circuito musical independiente: Vive Latino
México necesita un circuito de música en vivo que promueva y difunda los proyectos independientes, asegura Jordi Puig, fundador y director del Festival Vive Latino, que celebra sus 15 años como uno de los eventos musicales en español más importantes.
Esta carencia ha dejado aisladas las propuestas de grupos que no encuentran un lugar en el que tocar, señala Puig. “Vas a ciudades importantes del país y no hay ese club de rock mítico que tienen todas las ciudades del mundo, como Londres, Buenos Aires, Barcelona o Los Ángeles”.
El promotor del festival que ha reunido a más de 500 bandas de 22 países distintos a lo largo de 14 ediciones asegura que la Ciudad de México es la única que ha avanzado en dar espacios para nuevas propuestas, lo que la ha convertido, desde su perspectiva, en uno de los mercados más grandes de la música en el mundo.
“En el DF recibimos la música internacional y además la música latina también llega aquí. Las otras ciudades mexicanas tienen un gran reto en compararse con la oferta musical de la Ciudad de México”, dice.
Puig señala que la carencia de un circuito de música en vivo ha sido una de las razones que ha impedido al festival estar en otras ciudades y por la que tomó la bandera de ser un evento hecho para el Distrito Federal.
“Tuvimos la fortuna de nacer en un momento crucial, en 1998. Ya había conciertos, pero no había una industria latente musical y el Vive Latino se subió a ese tren y por eso ha tenido tanta evolución”, dice.
¿Qué ha cambiado con el Vive Latino?
“La producción y su promoción” son las dos cosas más importantes que han cambiado en la música latinoamericana, asegura Jordi Puig.
El Festival Vive Latino nació hace 15 años con la premisa de reunir en un espacio (Foro Sol) a varias bandas –conocidas y desconocidas– para difundir su propuesta ante públicos masivos.
“Hemos cambiado mucho la forma en cómo disfrutamos la música, qué nos gusta, cómo la recibimos, cómo vamos a un concierto (…) Parece mentira pero en 1998 no había conciertos sin sillas (…) y fue una decisión de la promotora Ocesa –que organiza el festival– quitar las sillas de los festivales y los conciertos”, dice Puig.
Tras un reporte bajo en las ventas –en su primera edición, el evento reunió a 20,000 con 42 bandas–, el festival no se realizó en 1999, pero regresó al año siguiente impulsado por nuevos patrocinios y el apoyo de más grupos.
Para la edición de 2014 , que se realizará del 27 al 30 de marzo y en la que festejará este 15 aniversario, los organizadores esperan una asistencia mayor a las 200,000 personas con una oferta de 152 grupos de distintos géneros, entre los que destacan rock, grunge, ska, metal, hip hop, cumbia y varias fusiones.
Checa el cartel del próximo Vive Latino
¿Qué tan latino es?
La apertura de géneros del festival dio oportunidad a incluir grupos que no cantaran en español, como es el caso de Arcade Fire, Nine Inch Nails y Placebo, que encabezarán el cartel de 2014.
El evento también incluyó géneros populares, como la cumbia con Celso Piña y los Ángeles Azules en la edición de 2013 y la música norteña de Los Tigres del Norte, que será uno de los principales atractivos del próximo año.
“Buscamos que no se cargue a un género. El Vive Latino es un festival iberoamericano de cultura musical, que incluye a todos los ritmos, aunque se carga más al rock y además buscamos que nuestro programa incluya diferentes generaciones”, dice en entrevista Andrés Sánchez, promotor del evento.
“La apertura del festival le ha permitido invitar a grupos de otras lenguas y de otros ritmos, como son Los Tigres del Norte o ahora con el sonidero como es el caso de La Changa”.
Los grupos han tomado con beneplácito la apertura, como Alan Boguslavsky, exguitarrista del grupo de rock español los Héroes del Silencio y que ahora se presentará con su nueva propuesta, Los Inmortales.
“El Vive Latino es un escaparate para muchas bandas nuevas y la oportunidad de que en México se pueden hacer cosas interesantes”, señala en entrevista.
Tomás Muhr, integrante de Juana Fe, una banda chilena que mezcla salsa, cumbia, ska y rumba, señala que el festival “es una instancia en la que se permite proyectar el trabajo de todos los grupos. Es parte de una iniciativa que tiene que ver con el desarrollo de la música independiente”.
Muhr estuvo presente en la única edición del Vive Latino que se desarrolló fuera de México, en 2007, cuando se realizó un festival en Chile que tuvo un “tibio éxito”, según los organizadores, razón por la que el evento estableció su base en el Distrito Federal de forma indefinida.