Daniela Liebman, la niña pianista que busca conquistar Bellas Artes
Tocar en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México es un sueño que a muchos músicos les toma años conseguir, pero la pianista Daniela Liebman lo hará con tan solo 11 años.
Después de conquistar en octubre de 2013 el Carnegie Hall, de Nueva York, la joven pianista de Guadalajara, Jalisco, cumplirá una de sus metas: subir con su piano al escenario del palacio blanco que celebra ocho décadas de historia.
"Es uno de los escenarios más hermosos, importantes en México; siempre ha sido mi sueño tocar aquí, al igual que en el Carnegie Hall", dijo Liebman en entrevista telefónica.
Daniela Liebman: ¿cómo se 'construye' un prodigio musical?
Liebman cerrará el concierto extraordinario de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes el próximo 1 de febrero, interpretando una de las piezas que ha convertido en uno de sus sellos, el concierto para piano Nº 8 de Wolfgang Amadeus Mozart.
"Es una pieza muy divertida, muy bonita. Mozart es uno de mis compositores favoritos (…) Me trae muchos recuerdos por donde la he tocado, Kirguistán, Dallas, en el Teatro Degollado (Guadalajara). A parte de traerme recuerdos, trato de incluirlos en la música", agregó.
Liebman se presentará en Bellas Artes, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, acompañada por el compositor, músico y director de orquesta ruso, Anatoli Zatin, quien desde los siete años es su profesor en el Instituto Universitario de Bellas Artes de Colima.
El sueño: Una inspiración para los jóvenes
Integrante de una familia de artistas, el romance de Daniela con el piano comenzó cuando tenía tres años, al tocar por primera vez uno que le regalaron sus padres.
Ahora, tras cuatro años de carrera profesional, ha deleitado con su talento en países de Europa, Asia, Estados Unidos y México. En 2012 se convirtió en la primera latina en ganar el International Music Piano Competition, celebrado en EU.
Pero su aspiración va más allá de los reconocimientos, como convertirse en una figura inspiradora para otros jóvenes mexicanos que sueñan con llegar a ser músicos: "Yo quiero ayudar a los niños en México", dijo.
"Hay mucho talento en México y solamente no hay mucha oportunidad para los niños, no es un país de mucha música clásica, sería importante tener música clásica para los niños", añadió Liebman.
Por su parte, Anna Liebman, madre de la niña pianista, espera que el talento de su hija se convierta en un ejemplo que ayude a la juventud y niñez mexicana a acercarse a la música clásica.
"Ojalá que los niños vean que no es una cosa de adultos y lo tomen como un juego el tocar el piano, muchas veces no se les da la oportunidad pero cuando ven un niño así, se inspiran de alguna manera de tratar de echarles ganas", apuntó.
La también diseñadora industrial destacó el trabajo que han hecho organismos como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) o Fundación Azteca para crear orquestas infantiles que hacen de la niñez "una construcción a otro nivel".
La Fundación Azteca creó en 2010 la Orquesta Sinfónica Esperanzas América, una red nacional de orquestas sinfónicas y coros que brinda a niños y jóvenes de escasos recursos una mejor calidad de vida.
La próxima meta
Días antes de su presentación en el emblemático recinto de la Ciudad de México, Daniela Liebman tiene ya otra meta en mente: un recital, también en el Palacio de Bellas Artes, pero ahora como solista.
Mientras que sus padres, una vez conquistados los dos importantes teatros en el mundo, esperan que la niña pianista logre tener "un nivel en el extranjero", donde hay una competencia más fuerte, algo que ella ya vivió cuando compartió el escenario con el pianista chino Lang Lang en 2012, junto con 49 niños más.
"No sabemos hasta dónde llegará, pero hasta donde ella quiera, porque interviene el deseo de hacer las cosas de ella, sino le pone el alma el corazón y no está enamorada de lo que hace, va a ser un sufrimiento", concluye su madre.