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Armando Manzanero, el "ciudadano del mundo" reconocido en los Grammy

El cantautor mexicano habla sobre su estilo musical y su influencia internacional, que será premiada este fin de semana por los Grammy
vie 24 enero 2014 10:00 AM

Armando Manzanero pisó por primera vez un escenario internacional hace 54 años y, desde entonces, el músico mexicano asegura que se convirtió en ciudadano y compositor del mundo.

"La música mía es una música que está metida en todo el mundo, en todos lados está posicionada y eso es algo que me hace una persona muy feliz", dice el yucateco.

Quizá su nombre no sea identificado por todas las generaciones, pero sus canciones e influencia sin duda son reconocidas en todo el mundo. Debido a la importancia de sus contribuciones al campo de la música, La Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de Estados Unidos le otorgará un Grammy honorario este fin de semana, junto al  cuarteto británico The Beatles .

“Me siento muy halagado, muy querido por la vida y agradecido de Dios", dice Manzanero, que en 64 años de trayectoria musical ha compuesto más de 800 canciones traducidas a tantos idiomas, que ya no los recuerda, dice.

Nació en Yucatán en 1935, donde estudió en la escuela de Bellas Artes; y en 1950 compuso su primera canción, Nunca en el mundo.

Nunca en el mundo es resultado de mi amor por la armonía, por la música, de un buen decir y de un piano que tocaba con perfecto conocimiento (...) Tenía 15 años y los sentimientos que tiene uno en ese tiempo no son profundos, ni tan intensos”, reflexiona.

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Sus composiciones y el talento para tocar el piano le permitieron establar rápidamente relaciones con otros músicos de esa época. Uno de ellos, el chileno Lucho Gatica, que lo invitó a una gira por Miami en 1960, para acompañarlo en el piano. Manzanero recuerda que fue la primera vez que salió de México.

“A partir de esos tiempos soy ciudadano del mundo y un incorregible paseador”, dice sonriente, mientras atiende la entrevista en el jardín de la Sociedad de Autores y Compositores de México, en Ciudad de México, institución que preside desde 2010.

Su estilo musical maduró y llegaron creaciones que lo encumbraron internacionalmente como Señor Amor (primer lugar en el Festival de Mallorca de 1978), No (primer lugar en la radio de México en 1966 en la voz de Carlos Lico) y Cuando estoy contigo (primer lugar del Festival de Miami de 1965).

“Tengo la ventaja de haber creado muchas canciones conocidas y traducidas en otros idiomas. Las que más se han traducido son Esta tarde vi llover, Adoro, Somos novios y No sé tú, pero la que más funciona en todo el mundo y se escucha como si fuera nueva es Contigo aprendí”.

De esta última, asegura que su versión favorita es la de la cantante brasileña Simone. “Es de lo más exquisito que he escuchado”.

"Ni me desilusiono ni me achicopalo"

Manzanero se define como un hombre feliz y malhablado, “como todo yucateco” y que no le tiene miedo al fracaso.

“Tengo canciones que escribí, que me encargaron y que nunca recogieron o que han fracasado (…) No me desilusiono por nada, ni me achicopalo por ninguna mala opinión”.

Está satisfecho por su trabajo y afirma que la etapa que más le gusta de su carrera musical es la última, a partir de la composición de Nada personal en 1999, un tema que grabó con la cantante Lisset para una telenovela mexicana del mismo nombre.

“(Mi estilo musical) es inmensamente romántico, aunque suene medio mamón y ostentoso, es de muy buen gusto, de buena familia y con una música y armonía que nunca voy a quedarme con ganas de haber hecho algo que no hubiera sido del gusto mío”, señala.

Manzanero toma con calma el reconocimiento que recibirá los Grammy este sábado , un día antes de la ceremonia de premiación de la Academia.

“Mis días son hermosos, porque tengo la dicha de no dormir mucho”, afirma. A sus 78 años, el cantautor revisa sus propias facturas y juega tenis por la mañana, posteriormente atiende sus compromisos en la Sociedad de Autores y Compositores de México, y después llega a su casa para ponerse la pijama y ver una película de vaqueros, su género favorito, y más, asegura, si es una cinta protagonizada por Clint Eastwood.

Y nunca deja de sonreír.

“Sonreír me viene de raza. Los yucatecos somos muy malhablados, siempre somos muy bromistas, no llevamos en serio todas las cosas”.

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