Las marquesinas de Broadway se apagan en tributo a Philip Seymour Hoffman
Durante un minuto de la noche del miércoles, las luces de las marquesinas de Broadway se apagaron para honrar la memoria de Philip Seymour Hoffman.
El actor de 46 años era un miembro respetado y vital de la comunidad teatral de Nueva York, como lo evidenció la cantidad de dolientes que se presentaron durante la vigilia en la compañía de teatro LAByrinth con velas en las manos. Hoffman era miembro y director artístico de la misma.
Fue encontrado muerto el domingo pasado en su apartamento de Nueva York a causa de una aparente sobredosis de drogas .
“Nos reunimos con un espíritu de terrible luto y una pérdida increíble”, dijo el sacerdote jesuita y miembro de LAByrinth, Jim Martin, ante las personas reunidas frente al Teatro Bank Street. “Pero también estamos aquí para celebrar una vida notable”.
A lo largo de Hollywood, numerosos colegas de Hoffman están ofreciendo tributos similares como una forma de enfrentar su muerte.
“Es un golpe, un golpe total”, dijo la coprotagonista del actor en Juegos del hambre, Elizabeth Banks, a la revista Extra! este miércoles. “Era un actor increíble; todo mundo lo respetaba y amaba. Realmente disfruté el tiempo que pasé con él. Estuvimos jugando Candy Crush la semana pasada. Estoy muy, muy, muy triste”.
Aaron Sorkin, guionista y productor cuyos vínculos con Hoffman se remontan a su trabajo en La guerra de Charlie Wilson (2007), cree que la muerte del actor puede servir para salvar la vida de otros.
En un tributo en la revista Time, contó que solían conversar juntos en los estudios Paramount durante sus recesos para compartir historias sobre críar a sus hijos pequeños y sus procesos de rehabilitación de las drogas.
“Le dije que me sentía afortunado porque soy muy aprehensivo y no podía manejar las agujas. Él me dijo que siguiera siendo aprehensivo”, escribió Sorkin. “Y dijo esto: si uno de nosotros muere de una sobredosis, probablemente 10 personas que estén a punto de morir no lo harán. Quiso decir que nuestras muertes serían noticia y quizás asustarían a alguien que estuviera limpio”.
Al final, Sorkin cree que a eso se añadirá un elemento importante a la de por sí increíble historia de Hoffman.
“No murió porque estuviera saliendo de fiesta demasiado o porque estuviera deprimido, murió porque era un adicto una vez a la semana”, dijo Sorkin. “Dejará su bien ganado legado, su Willy Lohan que pertenece al mismo estante que Lee J. Bobb y Dustin Hoffman, su Jamie Tyrone, su Truman Capote y su premio de la Academia. Agreguemos esas 10 personas que estaban a punto de morir y que no morirán”.