La ironía de John Banville cautiva el Príncipe de Asturias de Letras
El escritor irlandés John Banville ganó el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2014 este miércoles, por su "análisis intenso de complejos seres humanos que nos atrapan en su descenso a la oscuridad de la vileza o en su fraternidad existencial".
La candidatura de Banville (Wexford, Irlanda 1945), propuesta por el vicedirector de la Real Academia Española, José Antonio Pascual Rodríguez, y por el embajador de España en Irlanda, Javier Garrigues, se impuso en las últimas rondas de votaciones a las del japonés Haruki Murakami y el inglés Ian McEwan.
El acta del jurado destaca la prosa del escritor irlandés que se abre a "deslumbrantes espacios líricos a través de referencias culturales donde se revitalizan los mitos clásicos", además de su peculiar ironía.
Banville dijo sentirse "muy emocionado" por ser reconocido en el país de Miguel de Cervantes, a quien considera el padre "de la novela de ficción moderna".
El de las Letras es el quinto de los ocho galardones que concede la Fundación Príncipe que se falla este año y en los últimos años distinguió, entre otros, a autores como Antonio Muñoz Molina, Philip Roth, Leonard Cohen, Amin Maalouf, Ismaíl Kadaré y Margaret Atwood.
Banville logró con El mar su premio más importante, el Man Booker Prize 2005, el galardón literario más codiciado de Gran Bretaña y del que había sido finalista con El libro de las evidencias en 1989.
Entre otros reconocimientos obtenidos a lo largo de su carrera se encuentran también el Allied Irish Banks' Prize y el Arts Council Macaulay Fellowship en 1973, y el Lannan Literary Award en 1997.
El autor irlandés residió entre 1968 y 1969 en Estados Unidos y, a su regreso a Irlanda, trabajó en el diario Irish Press y, tras su desaparición en 1995, fue nombrado subdirector del Irish Times, donde desempeñó también el cargo de editor literario hasta 1999.
Desde 1990 colabora con The New York Times Review of Books y su primer libro, Long Lankin, una recopilación de relatos cortos, apareció en 1970, seguido por Nightspawn (1971) y Birchwood (1973), sus primeras novelas.
Algunos críticos consideran a Banville el "heredero natural" de Vladimir Nabokov por su precisa prosa y por el uso del humor negro en boca del narrador mientras que estudiosos de la literatura como George Steiner lo han calificado como "el escritor de lengua inglesa más inteligente".
Con Dr. Copernicus (1976), una biografía novelada del astrónomo polaco, inició una serie de libros sobre la vida de científicos y sus ideas entre los que se incluyen Kepler (1981) y The Newton Letter: An Interlude (1982), que relata la historia de un académico que escribe un libro sobre Isaac Newton, y Mefisto (1986), que explora el mundo de los números en una revisión de la leyenda del Doctor Fausto.
En 1989 publicó El libro de las pruebas, con el que ganó el Guinness Peat Aviation Book Award, e inició una trilogía que continuó con Ghosts (1993) y Athena (1995), en la que el narrador de las historias es un asesino convicto.
A estas siguieron otras como El intocable (1997), o Imposturas (2002) hasta llegar a su última novela, Antigua luz (2012), una obra que compatibiliza desde 2006 con la publicación bajo el pseudónimo de Benjamin Black de una serie de novela negra protagonizada por el patólogo forense Quirke.
Su interés por el género le llevó incluso a resucitar en su última obra publicada como Benjamin Black, La rubia de ojos negros (2014), al detective Philip Marlowe, creado por Raymond Chandler.