Hoffman deja en su testamento que su hijo viva en una ciudad con arte
Philip Seymour Hoffman no quería que sus hijos fueran “niños de beneficencia” así que le heredó toda su fortuna a su pareja, según constata un documento de la corte.
Hoffman, que murió por una sobredosis de heroína en febrero pasado, escribió en su testamento en 2004 que todo lo que poseía sería heredado a su “novia y acompañante”, Mimi O'Donnell, la madre de sus tres hijos.
Su contador y abogado, que escribió el testamento, dijo que el actor en repetidas ocasiones rechazó su recomendación de crear un fondo para sus hijos, de acuerdo con entrevistas citadas en presentaciones ante la corte, obtenidas por CNN.
Hoffman le dijo a su abogado David Friedman que “no le gustaba la idea de crear un fondo para sus hijos”.
Friedman recordó las conversaciones en las que Hoffman le dijo que “no quería que sus hijos fueran considerados “niños de beneficencia”.
Fue una decisión que Hoffman reafirmó en 2013, explicó su contador.
Hoffman le dijo a su contador que “Mimi cuidará a mis hijos”.
Las citas textuales se encuentran en un reporte pedido por el abogado designado por la corte para representar los intereses de los hijos de Hoffman. Dicho reporte fue supervisado por un juez de Nueva York para legalizar el testamento recomendado del actor, que podría ser aceptado.
El testamento, que nombró a O'Donnell como el ejecutor de sus bienes, brindó un fondo para el mayor de los hijos de Hoffman en caso de que su madre no viviera cuando Hoffman muriera. Fue firmado por Hoffman en octubre de 2004, cuando su hijo Cooper, de 10 años, apenas tenía un año de vida y antes de que sus hijas Tallulah y Willa, nacieran.
A pesar de que Hoffman y O'Donnell nunca se casaron, la mujer es la madre de los tres hijos del actor y la trataba “de la misma manera como si fuera su esposa”, según el documento de la corte.
Hoffman "simplemente no creía en el matrimonio pero eso no afectaba su afinidad o relación con O'Donnell”, indicó el reporte.
El abogado de Hoffman dijo que cuando escribió el testamento, el actor lo instruyó a que se asegurara que “su hijo fuera educado en una ciudad con arte y cultura”, lo que lo llevó a incluir una cláusula que solicitara que fuera “criado en ciertas localidades geográficas”.
“Es mi fuerte deseo, y no para direccionar mi tutoría, que mi hijo, Cooper Hoffman, se críe y resida cerca de Manhattan en el Estado de Nueva York, o en Chicago, Illinois, o en San Francisco, California”, escribió Hoffman en su testamento de 13 páginas.
Esta consideración se encuentra en la sección que aplicaba solamente si O'Donnell no estuviera viva en el momento de la muerte del actor, y si un tutor fuese designado para sus hijos.
Si no se podía educar a su hijo en cualquiera de las tres ciudades mencionadas, Hoffman pidió que su hijo al menos visitara estas ciudades dos veces al año.
“El propósito de esta petición es que mi hijo esté expuesto a la cultura, arte y arquitectura que ofrecen dichas ciudades”, comentó Hoffman.
Notablemente ausente de su lista se encuentra Los Ángeles, en donde Hoffman obtuvo su fama como un actor de Hollywood.
Hoffman, de 46 años, fue encontrado en el piso del baño de su departamento con una aguja en su brazo. Fue pronunciado muerto en la escena.
Los investigadores descubrieron cerca de 50 sobres de lo que creen era heroína en el departamento, según expresaron funcionarios de seguridad. También encontraron jeringas, medicamentos con prescripción y bolsas de plástico vacías que son usadas comúnmente para guardar medicamentos, detallaron las fuentes.
Hoffman, que fue nominado en cuatro ocasiones a los Premios de la Academia, ganó el Oscar como mejor actor en 2006 por su personificación del escritor Truman Capote en Capote.
El actor obtuvo nominaciones por sus interpretaciones en Charlie Wilson's War, Doubt, y The Master.
Joan Yeam de CNN contribuyó a este reporte.