Los relojes de Bond… James Bond

Rolex Submariner fue el primer reloj del Agente 007 y lo llevó en cuatro películas de 1963 a 1973; los relojes del personaje se han caracterizado por ser además encendedores, magnetos o detonadores.
james bond (Foto: AP)

Desde 1962, cuando salió la primera película del Agente 007, hasta la nueva Skyfall, la forma de ver la tecnología, y el mundo mismo, ya no guardan parecido alguno con cómo era todo cuando se estrenó Dr. No.

El espía con licencia para matar depende siempre de la puntualidad para cumplir sus misiones; aunque, en realidad, lo relevante de sus relojes tiene que ver con la tecnología integrada en ellos por Q, el personaje responsable de los equipos especiales que asisten al 007.

Como muestra de su época, en cada uno de los filmes del agente inglés se integra la que, por entonces, era considerada como la máxima tecnología disponible , lo que hacía suspirar a sus seguidores y soñar a los admiradores del futurismo.

Por ello, los relojes modificados por Q serán siempre la respuesta a los predicamentos de James Bond, publica la revista Life&Style de noviembre 2012.

Rolex Submariner 6538 y 5513
Con brazalete y correa NATO. Funcionaba como encendedor, electromagneto y sierra. From Russia With Love, 1963; Goldfinger, 1964; Thunderball, 1965; Live and Let Die, 1973.
El primer reloj de Bond fue el Rolex Submariner y llevó al menos dos versiones preparadas por Q; una cuyo bisel giratorio era una sierra circular y otro con un potente electroimán con el que Roger Moore bajó el cierre del vestido de la señorita Caruso y desvió una bala que iba con toda la intención de enviarlo al otro mundo.
Pulsar “Astronaut” P2 con brazalete
Vistazo al futuro. Live and Let Die, 1973.
Si bien no contaba con ningún equipo especial, el Pulsar P2 fue sólo una muestra de que James Bond usaba únicamente lo mejor y más avanzado en tecnología. El increíble (para la época) despliegue de diodos emisores de luz y el hecho de que mostraba la hora en forma digital fue más que suficiente para los seguidores. Controlado por cuarzo, fue desarrollado por Hamilton Watch Co. y Time Computer Inc., lanzado el 6 de mayo de 1970, en Nueva York; de modo que el P2, usado por Moore en Live and Let Die, era lo más novedoso del momento.
Seiko LCD 0674-5009 con brazalete
Sistema de mensajes impresos en cinta. The Spy Who Loved Me, 1977.
Si bien Rolex y Omega son las marcas más identificables como “el reloj del 007”, mucho antes de los ya extintos “pagers” o radiolocalizadores y los mensajes SMS, James Bond podía recibir información y notificaciones del MI6 directo a su muñeca por medio de su avanzado reloj Seiko con pantalla de cristal líquido e impresora de cinta estilo “ticker”… mientras estaba en la cama con Barbara Bach. En esa época, Suiza sufría el embate de la relojería japonesa y su avanzada tecnología, así que este equipo especial ejemplificaba lo que se consideraba como el futuro tecnológico.
Seiko M354-5019
Con compartimento para explosivos y detonador remoto. Moonraker, 1979.
ond aprovecha no sólo la precisión de su reloj a cuarzo, sino que –al tener un compartimento secreto con explosivos– puede volar en pedazos la plataforma de lanzamiento de los transbordadores Moonraker, con los que alcanza el espacio exterior, buscando capitalizar el éxito de Star Wars, estrenada dos años antes. Además, su Seiko M354 tenía alarma y cronógrafo. Para entonces, la marca japonesa Seiko ya estaba bien establecida como proveedora de relojes para el MI6.
Seiko T001-5019, TV LCD
Monitor de televisión de muñeca. Octopussy, 1983.
Lo que el productor Albert R. Broccoli soñaba en los años 60, Seiko lo hizo posible al miniaturizar un monitor de televisión LCD y ponerlo en la muñeca de James Bond. El reloj T001 es una de esas curiosidades tecnológicas que dejaron huella. Aunque en la película la pantalla era a color, en realidad sólo transmitía imágenes en blanco y negro, requería un sintonizador del tamaño de un walkman y pasar el cable por la manga de la ropa para conectarlo al reloj. Aún así, dejó boquiabiertos a todos al saber que era un objeto que podía conseguirse.
Omega Seamaster Planet Ocean 2900.50.91
Fuera de su gran tamaño, ningún gadget. Casino Royale, 2006.
Las películas de Austin Powers acabaron con los estereotipos clásicos del 007, de modo que cuando Brosnan fue reemplazado por Daniel Craig, Bond mismo se reinventó, dejando atrás a Q y la mayoría de las frases y situaciones memorables. El reloj seguía siendo un Omega y junto al ubicuo Seamaster 300 azul, hizo su debut el nuevo lanzamiento de la marca suiza, el Planet Ocean, en especial su versión XL, algo más que evidente en la muñeca de un Bond más delgado interpretado por Craig.
Omega Seamaster Planet Ocean 2201.50
Sin gadget. Quantum of Solace, 2008.
La continuación de Casino Royale conservó el Planet Ocean automático de Omega, pero en una versión de 42 mm a diferencia del enorme XL del filme precedente. Sin embargo, este reloj se muestra resistiendo el maltrato al que es sometido James Bond, que en esta nueva época con Daniel Craig no es algo trivial. El nuevo Bond sangra, suda, se despeina y es golpeado, lanzado y azotado en todas las maneras posibles sin que él o su fiel reloj Omega sufran daños permanentes.