El lado B del éxito emprendedor

Se sacrifica familia, diversión o estabilidad, dicen algunos finalistas de Emprendedores 2013; otros aseguran que en su ruta de negocio sólo ha habido aprendizaje y oportunidades.
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Los finalistas de 

de la revista Expansión y CNNExpansión ya ven sus sueños de negocio materializados, pero algunos coinciden en que para llegar al lugar en que se encuentran se ven obligados a hacer sacrificios constantemente; otros, sin embargo, afirman que en su ruta emprendedora sólo han tenido ganancias.

"Se sacrifica mucho, los ingresos principalmente, pero también la posición. Por mi nivel de estudios podría estar en un nivel corporativo importante, pero decidí emprender", menciona Hugo Moreno, director general de

, proyecto finalista en la categoría Menos de 3 años.

Tiempo con la familia, salidas con los amigos o gozar de una buena salud, son los placeres más negados para este grupo de visionarios que decidieron iniciar su propia empresa y que hoy, en calidad de finalistas, buscan aparecer en la portada de la revista Expansión de septiembre 2013 como Emprendedores del Año. 

José Antonio Díaz, director general de

y finalista en la categoría Más de 3 años, relata que él sacrifica varias horas de sueño. "Una característica de los emprendedores es que no dejamos de trabajar ni cuando estamos durmiendo", señala.

Desde 2004 la revista Expansión ha realizado la edición Emprendedores del Año. Sin embargo, a partir de 2012 la publicación y el sitio CNNExpansión

se unieron para lanzar el proceso en conjunto; ahora con 20 finalistas divididos en dos categorías: Menos de 3 años y .

La edición 2013 de este proceso se prolonga de mayo a septiembre, periodo durante el cual los 20 finalistas acuden a una serie de mentorías gratuitas en preparación a su evaluación final ante un panel de jueces, quienes decidirán al ganador de cada grupo.

Menos amistades y menos dinero

"Nueve de cada 10 de mis amigas ya no me hablan porque sigue siendo un tabú el tema de la sexualidad", dice May Alba, fundadora de

, emprendimiento con el que distribuye condones mensualmente al domicilio de la persona que lo solicite. 

Los logros académicos y profesionales suelen también quedarse en el camino cuando se inicia un negocio propio, comenta Carlos Iglesias, director general de

.

En pro de una buena gestión de su firma, Iglesias ha hecho a un lado la práctica médica y asegura que ése es uno de sus más grandes sacrificios.

La incertidumbre financiera y hasta la estabilidad también figuran en el lado B del camino emprendedor.

"Si yo estuviera trabajando en cualquier empresa tendría mi sueldo fijo, no me preocuparía por pagar la renta del local, la nómina. La certidumbre es lo que más sacrifico",  señala Benjamín Villaseñor, director médico de

.

Cuando el sacrificio emprendedor no existe

Pero también están quienes consideran que no han perdido nada, ya que todo se ve retribuido en el crecimiento y logros de su empresa.

"No hemos sacrificado cosas, para nosotros ha sido una oportunidad de poder aprender y de servir a nuestros  semejantes", comenta Angélica Villafañe, directora médica de

.

Salvador Jiménez, socio y director general de

. "No he sacrificado nada, al contrario, ha sido proceso de conocimientos y aprendizajes".

"No creo que haya sacrificado, pero si lo ponemos en esos términos sería salir con los amigos, viajes, tiempo con la esposa", dice Guillermo Echeverría, director general de Vuhl (

).

"Es chistoso, sacrificas eso, fiestas, viajes, pero al mismo tiempo el proyecto te da más amigos, mejores viajes. Sustituyes algunas cosas, pero obtienes beneficios", comenta su hermano Iker y director de investigaciones y desarrollo de la empresa. Armando Tortoledo, presidente de la división industrial de

, considera necesarios los sacrificios para alcanzar sus metas.

"Creo que el que no sacrifica no avanza. Los emprendedores sacrificamos algo. Pero más que sacrificio creo que es una satisfacción de todos los logros que hemos obtenido", comenta.