Las prótesis, ¿un invento moderno? Estás equivocado
Si eres de los que piensan que el desarrollo de prótesis para personas amputadas es un invento de la era posmoderna, estás equivocado. Los egipcios lo hicieron primero.
La primera prótesis de la que se tiene registro es la de un dedo gordo hecho de cartonaje –una especie de mezcla de papel maché, lino, pegamento y yeso- hallada en el pie de una momia de más de 3,000 años de antigüedad en el actual poblado de Luxor, en Egipto.
Crédito: J.L Finch, con permiso del Museo Británico de Londres, Inglaterra
La extremidad falsa, conocida como Dedo Greville Chester, tenía una función meramente estética, cuenta la revista Quo en su edición de septiembre 2014. Pero existió otra -también un dedo gordo de casi la misma antigüedad, hecho de madera y cuero- que apelaba 100% al fin de una prótesis: proveer movilidad.
Crédito: J.L Finch, con permiso del Museo Egipcio de El Cairo, Egipto
Así lo comprueba un estudio hecho en 2012 por la investigadora del Centro de Egiptología Médica de la Universidad de Manchester en Inglaterra, Jaqueline Finch, quien replicó y probó los modelos en dos voluntarios que no tenían este dedo. Los resultados arrojaron que ambos, uno más que otro, funcionaban como dispositivos muy prácticos para caminar.
La evolución de la tecnología protésica
A partir de entonces, los seres humanos en el mundo han creado e innovado diversos dispositivos con materiales que van desde la madera, cuero, hierro, cobre y metal hasta sofisticados sistemas que incorporan fibras de carbono, baterías, microprocesadores e incluso sensores que funcionan con la mente.
El artículo 'Un breve recorrido por la historia protésica' publicado por la revista In Motion, de la organización estadounidense Amputee-Coalition, destaca los avances más importantes:
Edad Media. Se utilizan ganchos y patas de palo como prótesis.
Renacimiento. Los metales se hacen presentes en la elaboración de éstas.
Siglo XVI. En 1508 comienzan las mecánicas que empleaban resortes para abrir o cerrar una mano y hacia los últimos años de esta época surgen patas de palo que ya se flexionaban con la rodilla, no utilizaban materiales duros y proveían mayor movilidad.
Siglo XVII al XIX. Se sientan las bases de las prótesis modernas con diferentes modelos elaborados con materiales que sustituían a las articulaciones y tendones.
Siglo XX. La primera y segunda guerras mundiales hicieron que la demanda de extremidades artificiales aumentara. Además, las personas amputadas comenzaron a exigir mejor calidad y más tecnología en los aparatos para que fueran más cómodos y funcionales.
Industria millonaria
Estos desarrollos se convirtieron en toda una industria de millones de dólares y que hoy avanza al compás de la tecnología.
El reporte The Connected Health and Wellness Market, elaborado en 2013 por la Asociación de Electrónica de Consumo (CEA, por sus siglas en inglés) indica que la venta de productos para el bienestar personal, incluidas las prótesis biónicas, crecerá 142% hacia 2018.
Esto significa que los ingresos por la venta de productos y softwares relacionados con la salud pasará de 3.3 millones de dólares (mdd) en 2013 a más de 8 billones en 2018.
La nueva era de las prótesis
En 1997, la empresa Ottobock abrió la nueva era de las prótesis biónicas con la C-Leg, controlada por un microprocesador que ha sido de los más usados hasta ahora. Su más reciente versión fue presentada en 2011.
Crédito: Cortesía de ottobuckus.com
El primer modelo comercial de una mano biónica fue Himb, también en 1997, y creada por la firma Touch Bionics; tenía un sistema de sensores para calcular la fuerza necesaria para agarrar un objeto.
Crédito: Cortesía de touchbionics.com
Mover con ¿la mente?
Está por verse. Uno de los sistemas más prometedores para que las personas con una amputación controlen su prótesis de forma natural y precisa se desarrolla en el Centro de Rehabilitación de Chicago, Estados Unidos.
Ahí realizan una investigación donde la mente es el elemento principal ya que el cerebro genera una señal eléctrica y mediante procesadores de señales, la prótesis interpreta el movimiento deseado de forma natural.