El acceso al Olimpo de los emprendedores, esa región a la que se llega a base de esfuerzo, creatividad, anhelo y hasta suerte, se traza con dos rutas: la de la necesidad o la de la oportunidad. Necesidad cuando las alternativas de un trabajo bien remunerado, con perspectiva de carrera, no existen, o cuando simple y sencillamente las puertas están cerradas. .
Por el otro lado, la oportunidad llega cuando un empresario consumado o aprendiz –porque nunca hay edad para ello ni mucha o poca experiencia – descubre la manera de hacer el negocio de su vida y no la suelta. Al contrario, se aferra a ella.
El más reciente estudio del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), un centro de análisis de las actividades de emprendedores basado en Londres, revela que México figura en el lugar 21 entre los 46 países con mayores niveles de autoempleo entre sus pobladores, eso consta en la versión 2005. Previamente, México fue el octavo, en 2002, y el primero, en 2001.
El sondeo del GEM, realizado en 46 países y coordinado en México por el Centro de Desarrollo Empresarial de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tec de Monterrey y por la Secretaría de Economía, apunta que quienes han emprendido recientemente un negocio lo hacen en su mayoría por necesidad. Esto se debe a los factores económicos del país, la dinámica histórica y el propio espíritu emprendedor de los mexicanos.
“En el caso de México, 73% de los emprendedores manifestó que creó una empresa para aprovechar una oportunidad contra 16% que dijo hacerlo por necesidad”, dice la maestra Marcia Campos, investigadora de planta del Centro de Estudios Estratégicos del Tec, que coordinó el estudio de GEM.
“En cuanto a la proporción de personas que declararon iniciar una empresa por oportunidad sobre las que declararon hacerlo por necesidad, en México es de 4.7” agrega la académica. Esto es, por cada persona que declaró emprender por necesidad casi cinco lo hicieron para aprovechar una oportunidad.