La cerveza es pan líquido
Llamar "pan líquido" a la cerveza no es tan lejano a la realidad. Su fabricación en la antigüedad era similar al pan: en ambos se dejaba fermentar agua y harina. Si era mayor la proporción de harina resultaba pan, pero si había más líquido se obtenía cerveza.
Aunque puede ser cualquier cereal, como el maíz o el trigo, en occidente lo más común es fermentar cebada. En contraste, en lugares como Japón, la bebida típica de cereal fermentado es el sake, hecho con arroz.
En Alemania la variante del trigo resulta popular y se llama Weissbier. La mezcla es transparente cuando se filtra, pero en el sur la especialidad es no hacerlo; el resultado es la Hefeweizen, de gran sabor y nada translúcida.
La fermentación requiere azúcar. Si fuera vino, la glucosa de la uva sería suficiente, pero la cerveza lo obtiene del proceso de malteado. Es decir, los granos se mojan para hacerlos germinar un poco. Luego se tuestan para que pierdan humedad: mientras más tostados, más oscuros; de eso depende el color de la cerveza.
Tras las fermentaciones correspondientes a diferentes tipos de esta bebida, las mejores cervezas suelen dejar un tiempo de maduración. Ahora sí, elige tu cerveza favorita. O si prefieres, úsala para hacer pan.