Ginebra acoge a lo mejor de la relojería
De nueva cuenta, y tras un año que parecía extenderse más de lo deseable para algunas compañías de la industria, regresó uno de los eventos de relojería más importantes a nivel mundial.
Con la asistencia de dos nuevos invitados se lleva a cabo del 18 al 22 de este mes el Salon International de la Haute Horlogerie (SIHH).
Como debutantes participan las prestigiosas marcas Greubel Forsey y Richard Mille, la primera experta en piezas ultracomplicadas y con precios que oscilan los 400,000 dólares, y la segunda con modelos que marcan un hito en cuanto al uso de materiales inéditos.
Nicole Segundo, responsable de la comunicación de Greubel Forsey, destacó el riguroso proceso de selección que se ha seguido para contar con los dos nuevos invitados, mismo que requirió la votación de cada una de las otras marcas para aceptar su presencia.
Las novedades relojeras no se hacen esperar, como es natural, y Cartier sorprende con un Rotonde Grande Complication Skeleton, cuyo precio alcanza los 565,000 dólares; un reloj con un tourbillon que gira alrededor de la carátula en 60 segundos, así como la nueva colección Calibre, que incorpora su nuevo movimiento de cuerda automática, el calibre 1904 MC.
En tanto, la firma IWC también presentó los nuevos modelos que complementan su colección Portugués, así como un Da Vinci completamente revitalizado, en cerámica negra.
Las novedades comienzan a brillar, pero resalta el movimiento de los entusiastas minoristas, que al término del evento habrán tomado la decisión sobre qué piezas representar en suelo mexicano o a escala internacional.
