El deporte de reyes regresa a Careyes

Por décimo segunda ocasión el torneo de polo Copa Alta Scappino llega a las costas de Jalisco; equipos de España, Italia, Francia, Canadá, EU y México se enfrentan del 15 al 23 de abril.
polo (Foto: Photos to go)

Las playas de Careyes , en Jalisco, serán una vez más el punto de encuentro del deporte de reyes, el polo, con la Copa Agua Alta Scappino, se realiza del 15 al 23 de abril de 2011.

En esta décimo segunda ocasión, el torneo de fama y prestigio internacional cuenta con la participación de diez equipos: los de España, Italia, Francia, Canadá y Estados Unidos; los cinco restantes son mexicanos. Además, se utilizan 200 caballos que provendrán de Guadalajara, Ciudad de México y Querétaro.

Hasta ahora, la Copa Agua Alta ha logrado trascender el ámbito deportivo, ya que colabora con el Fondo Memorial Eduardo Vargas, que tiene como objetivo apoyar a organizaciones sociales que trabajan con niños y jóvenes con discapacidad de las zonas marginadas de México.

El torneo, que en el 2010 reunió polistas profesionales y amateurs del más alto nivel, se originó en 2000, cuando el empresario Alberto Ardissone, en su fiesta de cumpleaños, invitó a sus amigos a disputarse en un encuentro de polo.

"El torneo ha crecido día a día y en la actualidad le ha dado un nuevo impulso al deporte en el país; la gente se vuelve a interesar por el polo", comentó Ardissone para la revista Life & Style.

En 2008, Careyes albergó las eliminatorias del Mundial de la Federación Internacional de Polo para Norteamérica y Centroamérica.

Polo, larga tradición deportiva

La Copa Agua Alta se ha inscrito en la larga tradición del polo en México. Durante el siglo XIX, los ingleses incorporaron la disciplina al mundo occidental; los militares destacados del Regimiento de Húsares de la India se convirtieron en apasionados jugadores y decidieron exportar el concepto.

En 1875, se formularon las primeras reglas británicas de polo; posteriormente, el deporte se estableció en América.

Sus principales destinos fueron México, Argentina y  Estados Unidos. Los militares mexicanos lo aceptaron con entusiasmo y en la década de 1920, comenzó a experimentar altos niveles de desarrollo.

El boom del polo llegó con el gobierno de Lázaro Cárdenas: uno de sus generales más cercanos, Gilberto R. Limón, era polista y dirigía una cuarteta que se llamaba Guardias Presidenciales; además, hay registros que plantean que Manuel Ávila Camacho formaba parte del equipo Guerra y Marina.

En los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, la selección mexicana de polo ganó la medalla de bronce, al vencer a Hungría 16-2.