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Hollywood declara la guerra a piratería

Este fenómeno provoca pérdidas en México de 483 mdd al año a los grandes estudios de cine de EU; la batalla se ha trasladado ahora a Internet, donde el plagio de películas significa 1,300 mdd.
lun 29 diciembre 2008 06:00 AM
Sin Pie de Foto
En México creció 250% el número de personas que graban pelíc (Foto: Especial)

En Hollywood no hay un solo ejecutivo que desconozca el significado de la palabra ‘Tepito’ y su peso económico para la piratería en México, que cada año provoca que los grandes estudios de cine estadounidenses dejen de ganar 483 millones de dólares (mdd) en el país.

Ahora, el país está más presente que nunca en el radar de Hollywood, pero no por sus estrellas, sino porque en los últimos meses México, y en particular Tepito, se ha convertido en una pieza clave en la geopolítica de la piratería fílmica mundial, y también de la contrainteligencia que –a través de la Motion Picture Association (MPA)– realizan los grandes estudios de la meca del cine.

Cada año, los llamados estudios major –Warner Bros, 20th Century Fox, Sony, Disney, Paramount y Universal– producen unas 400 a 450 de las más de 600 cintas que genera la industria del cine estadounidense y que ocupa entre 75 y 80% de las pantallas mundiales.

“Hollywood es la industria más importante de California (la quinta economía mundial, si fuera un país). Y sus exportaciones son más importantes para este país que las de la industria de los aviones y las de las computadoras”, señala Robert Pisano, presidente de la MPA.

En el año 2007, las cintas de los grandes estudios generaron más de 26,700 mdd en las taquillas del mundo y unos 9,630 millones más se recolectaron en EU. Pero la piratería internacional arrancó a Hollywood casi 6,100 mdd, de los más de 18,200 mdd que anualmente hurta a la industria fílmica.

Si bien, de esa cifra, casi 80% es piratería tradicional (copiado en DVD e, incluso, videocasetes) el plagio de películas vía internet significa 1,300 mdd.

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Cual si fuera un filme de espionaje, la web es el escenario cotidiano de una guerra entre agentes de la MPA y ciberpiratas capaces de inundar el mundo con hasta 10 millones de copias de una película, en menos de 24 horas de su estreno.

Operación camcorder
Tras lograr que en Canadá y EU se persiga con penas severas a quienes graban películas en las salas de cine (camcorders), estos delincuentes se trasladaron a México. De enero a octubre de 2008, en el país se han detectado unos 30 camcorders, según John G. Malcolm, director global de Operaciones Antipiratería de la MPA, organismo encargado de cuidar los intereses del cine estadounidense dentro y fuera de sus fronteras.

“La principal razón por la que no podemos actuar en México es que la ley nos limita, pues aunque la piratería es un delito, se tiene que comprobar la intención de lucro del videograbador, y eso es muy difícil de probar en los juzgados mexicanos”, explica Robert Pisano.

Los camcorders son el primer eslabón de una nueva generación de piratas que en cuanto se estrena un filme son capaces de hacerlo llegar a cualquier rincón del mundo en menos de 24 horas vía internet, no sólo a través del intercambio de archivos entre usuarios de películas (conocido como pier to pier o P2P), sino a través de portales que son capaces de ofrecer –en horas– a los ‘distribuidores locales’ de piratería de cada país, distintas opciones de idiomas, subtítulos y hasta diversas calidades de sonido e imagen.

Sitios aparentemente orientales como ku6.com, 56.com, Tudou.com, y en otras regiones, como thepiratebay.com, mininova.org, o bien warez.com, proveen de películas a copiadores profesionales que invierten hasta 1 mdd en líneas de producción de DVD pirata, y que los entregan a distribuidores mayoristas que los hacen llegar a las calles del mundo.

Con frecuencia, ejecutivos de la meca del cine, como Craig Hoffman, director global Antipiratería, de Operaciones Técnicas y de Comunicación Corporativa de los estudios Warner Bros, viajan a la capital mexicana para estudiar y analizar las formas en que opera el tianguis de Tepito. Encubiertos, compran cintas pirata y las llevan a sus laboratorios para hacer ‘análisis forenses’ del material.

“Cada película cuesta en promedio 106.6 millones de dólares”, explica Hoffman. Aunque a simple vista no se nota, cada copia que se exhibe en un cine lleva códigos que permiten identificar el país, la ciudad y el complejo cinematográfico donde fue grabada una película.

“Voy a Tepito varias veces al año y cada vez me sorprendo más. Hay cosas de mercadotecnia que los propios estudios no podemos hacer, como colecciones de filmes de actores como Will Smith o presentaciones del DVD de la serie Sex and the City en cajas de zapatos, que aquí a nadie se le ocurrieron”, relata Lucía Rangel, vicepresidenta de Operaciones Antipiratería para Asia-Pacífico y Latinoamérica de Warner Bros.

Un club de 20 mdd
Hace menos de 10 años, John G. Malcolm trabajaba como jefe de una unidad de inteligencia contra el crimen en el Departamento de Estado de EU. Ahora, su oficina como director global de Operaciones Antipiratería está al fondo de una plaza comercial en Sherman Oaks, al norte de Los Ángeles.

En los dos primeros pisos del edificio trabajan 100 de los 250 empleados que la MPA tiene alrededor del mundo. Aquí, buena parte se dedica a monitorear en equipos de alta tecnología los movimientos de descargas de películas en internet, mediante programas de intercepción de portales pirata.

“Podemos saber dónde están, las velocidades de descarga y qué títulos están bajando –relata Guillermo, un ingeniero en sistemas guatemalteco que lleva cuatro de sus 30 años en la contrainteligencia de la MPA–. Pero atraparlos es difícil porque los administradores de ISP no cooperan y si lo hacen, los piratas les dan una dirección inexistente y registran sus pagos en paraísos fiscales. Además, por ejemplo, en muchas naciones de Europa, la intercepción de programas es vista como una intromisión en la privacidad de las personas y desechan nuestras investigaciones”, relata.

Otra parte del personal en Sherman Oaks se ocupa de recopilar información. Michael D. Robinson también trabajó como jefe de inteligencia en Michigan. Hoy es vicepresidente senior y director de Operaciones Antipiratería para América del Norte. Sostiene que “el cine es la única industria auténticamente americana” y se encarga de indagar el modus operandi de los piratas, incluso, mediante la contratación de investigadores privados.

Robinson no deja claro si en México también se contrata a detectives, pues la MPA no puede hacer investigación criminal, pero sí provee a la Procuraduría General de la República datos sobre ubicación de los distribuidores y productores de productos apócrifos. “(Eduardo) Medina Mora es un hombre muy consciente de nuestros argumentos, pero sabemos que no siempre nos puede dar prioridad, tiene muchos otros asuntos urgentes que atender”, explica Robinson.

De los otros 150 empleados de la MPA fuera de California, 12 están dedicados al lobbing de la industria del cine, en una frugal oficina de Washington DC, a unos pasos de la sede del Congreso de EU; el resto se reparte alrededor del mundo.

Los seis mayores estudios de Hollywood pagan cada año una membresía de 20 mdd. Con eso se paga el presupuesto de la MPA de 100 mdd anuales, 60% se va en cabildeo, y el resto al combate a la piratería, explica Federico de la Garza, director de la MPA en México.

A México –donde la piratería tiene 61% del mercado de venta de películas– la MPA le destina 1.5 mdd de presupuesto total. La oficina local ya ha tenido sus frutos: la detención de uno de los más grandes contrabandistas de discos CDR virgen, que se vendían en Tepito hasta en 3 pesos por pieza.

Lo que De la Garza aún no logra es convencer a los legisladores de que el delito de piratería y la grabación de películas dentro de los cines se persiga ‘de oficio’.

¿Una batalla perdida?
Para los ejecutivos de la industria del cine es muy claro que “jamás vamos a acabar con la piratería”, como señala Octavio Pedroza, originario de Durango, y quien es vicepresidente de Negocios y Asuntos Legales de Warner Home Video. “Lo único que buscamos es que no se salga de control”.

Pero ¿por cuánto tiempo podrá Hollywood mantener el control sobre sus películas en la era de internet? Robert Pisano no lo duda: “Siempre haremos todo lo posible para que las leyes protejan los derechos de propiedad intelectual”.

A la par, los estudios trabajan en fórmulas para ofrecer producto legal vía internet. Un ejemplo es hulu.com, en el que NBC ofrece la posibilidad de descargar capítulos de estreno de sus series televisivas, a cambio de unos cuantos dólares.

“Internet no es nuestro enemigo, es una ventana más de venta” señala Rangel, de Warner Bros.

Cada vez que se les cuestiona sobre el alto precio de acceder a un filme de forma legal, ya sea a través del cine, de la compra o renta de un DVD o por medio de descargas de sitios legales, ellos argumentan que detrás de su industria hay miles de empleos en centenas de países. Y advierten del peligro de acabar con la economía legal: “Comprar piratería es robar”, dicen. “¿Cuál sería el estímulo para innovar o crear producciones artísticas como el cine si acabamos con la industria?”, cuestionan una y otra vez.

El problema va más allá de la oferta y la demanda. Hace unos cinco años, Francisco Guerra, antecesor de De la Garza en la MPA, logró convencer a las firmas de Hollywood que subvencionaran catálogos de películas en DVD baratos (de 20 y 25 pesos) para que se vendieran en tianguis tradicionalmente piratas, en Puebla, Hidalgo, Morelos y el Distrito Federal.

Muchos ‘puesteros’ aceptaron la oferta, pero cuando la MPA regresó para surtirlos, lo rechazaron. “A muchos los golpearon, les quitaron las películas y los amenazaron hasta de muerte”, relató Francisco Guerra a Expansión hace tiempo.

Pisano y Robinson confirman que el problema es que hoy la piratería es parte del crimen organizado en países como México, lo que dificulta aún más su detención, por lo que se necesita hacer mucho trabajo para sensibilizar a las autoridades sobre cómo procesar estos asuntos y que no se pierdan.

En el fondo, señala un ejecutivo, “sabemos que estamos luchando contra un gran enemigo, pero los piratas saben que si acaban con Hollywood, se les acaba el negocio”.

 

ALERTA ROJA
Pérdidas potenciales de Hollywood por
piratería, en diversos países.
País Pérdidas en mdd
México 483
Reino Unido 406
Francia 322
Rusia 266
España 253
China 244
Japón 216
Italia 161
Alemania 157
Tailandia 149
FUENTE: The Cost of Movie Piracy, 2008,
LEK y MPA. Datos 2005. 

 

AL ATAQUE
Países donde la piratería registró mayor
participación de mercado. 
País Participación %
China 90
Rusia 79
Tailandia 79
Hungría 76
Polonia 65
México 61
Taiwán 54
España 32
India 29
Italia 25 
FUENTE: The Cost of Movie Piracy, 2008,
LEK y MPA. Datos 2005.

 

UN PIRATA EN CADA HIJO TE DIO
Según la MPA, en México crece el número de personas que graban películas dentro de las salas de cine (camcorders).
Año Casos Crecimiento del año
anterior %
2005 4 380
2006 10 250
2007 12 20
2008* 30 250
Total 56 900
* Datos de enero a octubre de 2008.
FUENTE: Movie Piracy in Mexico, MPA 2008. 

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