Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Experiencia, ascenso e indignación

Señor Q encuentra solución a los problemas que rodean la vida profesional; si él no tiene la respuesta, seguramente nadie la tendrá.
jue 05 marzo 2009 06:00 AM
En el trabajo, el que se ofende pierde, dice el Señor Q. (Foto: Archivo)
Enojado (Foto: Archivo)

ESTIMADO SEÑOR Q: Tengo 23 años y estoy a un paso de titularme en la carrera de Administración. También estoy estudiando la licenciatura en Lengua Inglesa. A pesar de que muchas personas me dicen que nada tienen que ver entre sí ambas carreras, yo a futuro veo que sí las puedo combinar muy bien. Sin embargo, aún me faltan tres años y medio para terminar Lengua Inglesa y no quiero seguir siendo sólo una estudiante.

Deseo empezar a trabajar ya, porque no quiero enfrentarme a un panorama más duro dentro de tres años, cuando las empresas me vean con 26 años y sin experiencia laboral. Pero he estado buscando trabajos de medio tiempo y hasta ahora no he encontrado: a todos lados donde voy a solicitar empleo me dicen que por mi condición de estudiante no me pueden contratar. Incluso he pensado en abandonar ya los estudios, porque quiero ingresar a laborar en un banco. De todas maneras, me es difícil echar todo por la borda. ¿Qué me recomienda?

Loly Inglesa.

Querida Loly: El Señor Q es una de esas ‘muchas personas’ a quienes les cuesta ver la relación entre ambas carreras. Si quieres ser traductora, o trabajar en algo íntimamente ligado al idioma inglés, entonces quédate donde estás. Si, por el contrario, lo que te interesa es tener un ‘buen inglés’ que te sirva en el mundo laboral, hay otras maneras más eficaces de conseguirlo. Pareces entusiasmada con la posibilidad de trabajar en un banco: pregúntate si es de verdad lo que quieres y, entonces, si tu carrera como gerente corporativa realmente necesita un diploma en Lengua Inglesa.

Publicidad

Spanish speaking, Q

ESTIMADO SEÑOR Q: Llevo cuatro años trabajando para el mismo jefe, de quien soy una mezcla de asistente personal y segunda de a bordo. Tengo responsabilidades importantes e, incluso, algo de libertad para tomar decisiones. He aprendido mucho a su lado y le debo casi todo lo que tengo, porque fue él quien me rescató del cuerpo de secretarias cuando yo hacía poco más que atender teléfonos. El problema ahora es que no me conformo con lo que tengo y quiero ascender. Le pedí a mi jefe que me recomendara para un par de posiciones que se abrieron el año pasado (trabajamos en el brazo financiero de uno de los principales grupos industriales de México), pero él me dijo que no podía hacerlo: “Te necesitamos aquí. Eres demasiado imprescindible como para dejarte ir”. ¿Me he convertido en “demasiado imprescindible”?, ¿desde cuando eso es algo malo?

Estoy preocupada, Señor Q, porque si ésa es la manera de pensar de mi jefe, entonces no se me ocurre qué puedo hacer para moverme hacia arriba. ¿Qué me esperan?, ¿20 años más a su lado?

Eficientonta.

Querida Eficientonta: Sufres la paradoja de los imprescindibles: como nadie puede hacer lo que tú haces, la empresa prefiere dejarte donde estás antes de entrenar a un remplazo. Deberás entonces hacerlo tú misma: escoge en tu equipo a un candidato y prepáralo, enséñale tus trucos y tus secretos. Sé generosa, porque cuanto mejor trabaje tu remplazante, más rápido podrás pedir el ascenso.

Siempre prescindible, Q

ESTIMADO SEÑOR Q: Estoy cansado. Mi jefe y mis compañeros me dicen todo el tiempo que no debo tomarme sus críticas como algo personal, sino como formas de hacerme mejorar. Pero yo no les creo: sus cuestionamientos me ofenden profundamente, me indignan. Porque estoy seguro de que no me soportan, de que me envidian porque la universidad a la que fui es mejor que a las que fueron ellos y de que están conspirando para verme caer. ¿Cómo puedo hacer para probarlo?

Acorralado.

Querido Acorralado: No te ofendas. Nunca. En el trabajo, el que se ofende pierde. Cuando tus compañeros te aconsejan que no tomes las críticas como algo personal, te lo dicen porque saben de antemano que eres precisamente el tipo de persona que toma pésimo las críticas. El Señor Q teme informarte que está de su lado (del de tus compañeros) y te recomienda que te serenes un poco y adoptes una nueva visión –en lo posible, más humilde– de ti mismo.

Humillante, Q

 ¿Preguntas? Escribe a senorq@expansion.com.mx

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad