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Falta de prevención arriesga a empresas

La mayoría de los negocios mexicanos olvida invertir en planes para enfrentar una nueva epidemia; una eventual contingencia generaría 40% de ausentismo en las compañías, que desdeñan el peligro.
vie 15 mayo 2009 06:00 AM
Miles de trabajadores se incorporan a partir de este miércoles a sus actividades. (Foto: Reuters)
Influenza

La forma en que las empresas han abordado la contingencia sanitaria podría compararse con poner un dique al mar. Si lo que señalan las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son ciertas, la crisis por el virus de la gripe humana está poniendo máscaras en millones de personas, al tiempo que desenmascara una total falta de cultura preventiva en las empresas ante la amenaza de una pandemia.

Según la consultora global Marsh & McLennan Companies (paraguas corporativo que incluye a Mercer y a la consultora de riesgos Kroll), desde hace años se sabe que una pandemia por influenza -de cualquier tipo- es inminente. Con la gripe aviar todavía flotando en el aire, Marsh asegura que más de 20% de la población global podría enfermar por otras cepas. Para las empresas, esto generaría un ausentismo de 40%. Es decir, sin considerar la nueva pandemia, la del tipo aviar aún representa un peligro latente para las compañías, y al menos en México, todavía no se palpa la conciencia del mismo.

“Son escenarios”, dice Robert Wil-kerson, que encabeza la práctica global de preparación corporativa de Marsh y dirige la división de seguridad de Kroll. “Pero eso no quiere decir que no sean factibles”. Las empresas, como los gobiernos, tienden a prepararse para eventos impredecibles pero inmediatos, como incendios, terremotos o terrorismo, pero hacen poco para amenazas latentes.

“Quizá fue tarde para México prepararse para la aviar, pero ahora hay una oportunidad para que las empresas enfrenten y superen la crisis”, dice Wilkerson, un gurú internacional en epidemias. “Como en todo el mundo, las compañías mexicanas tienen que prepararse para muchas contingencias, no sólo inseguridad o terremotos, sino pandemias, que son reales, destructivas en vidas y valor, y muchas veces inevitables”.

Las empresas son muy conservadoras a la hora de planificar una contingencia como la actual. Sobre todo porque, en naciones emergentes, la prioridad la marca el día a día y, en específico México, la carga laboral suele ser muy alta en términos del gasto de operación. Un ejemplo a seguir en preparación corporativa es el de la comunidad financiera canadiense, que tras la crisis por la fiebre aviar invirtió miles de millones de dólares para prepararse en caso de una pandemia, explica el experto.

Para Wilkerson, el peor error que cometen las empresas en este contexto es la “fatiga pandémica”: los negocios creen que una pandemia no impactará su operación y como son impredecibles, prepararse para enfrentarlas puede resultar muy caro. “Hay que invertir no sólo en planes de contingencia, sino en mitigación”, dice. “Fallar en ello, aparte del costo por el ausentismo a causa de muertes o enfermedad, derivaría en negligencia corporativa”, la cual, a veces, es incurable.

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