“Mientras sea yo el encargado del área de riesgo, no les prestaremos un solo centavo”, dice el ejecutivo de uno de los bancos que adquirió una parte de los bonos de corto plazo por 150 millones de dólares (mdd) que Controladora Comercial Mexicana (Comerci) emitió en septiembre, antes de conocerse que tenía adeudos muy superiores en contratos de derivados financieros e incurriera en default.
A la mitad de uno de los peores años para la economía, la cadena minorista vive su propia crisis. Tarde o temprano, sus ejecutivos tendrán que sentarse a la mesa con éste y otros enfadados inversionistas que compraron su papel para explicarles cómo piensan saldar la cuenta. Pero antes necesitan terminar el regateo con los bancos sobre el valor de los contratos de derivados que adeudan. Los bancos reclaman un total de 2,200 mdd, mientras Comerci reconoce 1,100 mdd, según una versión de Barclays, uno de los acreedores, citada por Latin Finance.
En las tiendas de la cadena, las cosas no pintan mejor. En el primer trimestre perdió 61 millones de pesos (mdp), debido a que reservó 835 mdp para afrontar sus problemas financieros y por la recesión económica. Los analistas prevén peores resultados para los siguientes trimestres, debido a que ya no figurarán en sus ingresos los 400 a 500 mdp que aportaron los vales a empleados del Gobierno del Distrito Federal y a que la situación económica tiende al deterioro. Las estimaciones de caída del PIB superiores a 5%, anticipan más desempleo y menor consumo.
Además, está la competencia. En un escenario de crecimiento casi nulo de las ventas (sin considerar aperturas), la que gana mercado es Wal-Mart, dada su capacidad financiera para crecer el piso de ventas. Según algunos analistas, ni con ocho años de flujo de efectivo se podría saldar la deuda de Comerci, lo que implicaría recurrir a ventas de activos o a la emision de acciones.