En la búsqueda de nuevos mercados existe un camino desconocido denominado ‘comercio justo'.
El suizo Patrick Struebi es
al arrancar Fairtrasa, una empresa mexicana dedicada a la comercialización de frutas, que demuestra que la rentabilidad no está peleada con lasSu compañía exporta 5,500 toneladas de fruta mexicana al año a Canadá, Europa y Estados Unidos. Y gracias a que sus productos son manejados con altos estándares de calidad, además de una visión empresarial con foco en el mercado internacional y una estructura operativa bien organizada, la compañía reporta en México ventas por 120 millones de pesos anuales.
Todo inició en 2004, cuando Struebi renunció a su puesto en una consultora internacional.
Como parte de su trabajo, había viajado por Latinoamérica para negociar la compra de minerales y se sentía cansado de ver cómo los agricultores de países pobres eran víctimas del abuso comercial. Fue así que decidió tomarse un año sabático y venir de vacaciones a México.
En la búsqueda del negocio perfecto, el emprendedor descubrió que
y que ello representaba una buena oportunidad para convertirse en empresario. Compró algunas tierras en Uruapan, Michoacán, e invirtió sus ahorros en un proyecto agrícola de largo plazo con .En este primer proyecto trabajó en sociedad con pequeños productores para cultivar un aguacate orgánico de calidad superior. Luego de un año de trabajo, obtuvo la certificación Fairtrade.
Con este sello llegó a Holanda para exportar alimentos orgánicos: "El mercado buscaba productos elaborados con prácticas justas y Fairtrasa fue el primero en cubrir esa necesidad", señala.
Desde entonces, la empresa crece anualmente 30% y produce aguacate, mango, toronja, limón y zarzamora. Ese mismo año, comenzó la fabricación de vino orgánico, del cual se exportan 100,000 botellas al año a Argentina, Perú y, próximamente, a Chile.