Cuando el empresario mexicano Carlos Slim Helú compró la firma brasileña Embratel en 2004, supo que tenía que reconstruirla para convertirla en un gigante similar a Teléfonos de México.
"Tras comprar Embratel la felicidad nos duró como 3 días cuando vimos cómo estaba por dentro", dice José Formoso, CEO de Embratel en un artículo de la revista Expansión que puedes leer íntegro aquí (ACCESO LIBRE).
A 6 años de esta compra, la empresa de telecomunicaciones brasileña representa cerca de 80% de los ingresos totales de Telmex Internacional (Telint) y es parte fundamental en su estrategia para proveer de servicios de triple y cuádruple play (servicios integrados de cable, internet, telefonía móvil y fija) en toda Latinoamérica.
Brasil, además, es el principal motor de las suscripciones de telefonía celular para América Móvil. Entre septiembre de 2009 y el mismo mes de 2010, las suscripciones de la empresa Claro -que opera en 15 países latinoamericanos- crecieron 15.3%; en México el crecimiento fue sólo de 7%.
Otro punto clave en este país es que las redes de telefonía móvil y fija se encuentran ya integradas y se ha comenzado a experimentar con la red 4G, que permitirá incrementar la velocidad de sus servicios hasta en 10 veces.
Lee aquí la historia competa "El plan de Slim para conectarnos a todos" (ACCESO LIBRE).