Así suena el ladrido digital de este perro robot amaestrado. No necesita costosas vacunas ni alimento. Y cuando su dueño se cansa de jugar con él, basta con apretar un botón para que dormite.
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Sony empezará a vender el nuevo perro robot, conocido como Aibo, a comienzos de julio. La empresa afirma que el “animal” tiene suficiente inteligencia como para hacer unas cuantas cosas e incluso manifestar alegría. Del tamaño de un chihuahueño, la mascota posee sensores en sus patas y un rabo parecido a una antena. Una cámara y un sensor infrarrojo ayudan al can a medir distancias y detectar objetos para no chocar con las paredes.
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Aibo está programado para gozar con las caricias y, mediante un detector en la cabeza, puede distinguir entre una palmada amistosa y un manotazo represivo. Además de “saber” sentarse y pedir cosas, Aibo también está programado para bailar e incluso interpretar una melodía electrónica. Sin embargo, no es lo bastante listo para entender una instrucción tal como “ven”. Para hablarle, su amo tendrá que valerse de un control remoto, el cual emite tonos musicales que el autómata reconoce como órdenes.
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Sony venderá 3,000 robots Aibo en Japón, por $2,070 dólares cada uno, y 2,000 en Estados Unidos, a $2,500 dólares, pero sólo por Internet.