Con el pago de $205 millones de dólares por concepto de una de sus deudas, Satmex dio un gran respiro a su atribulada situación. Unos días después, en agosto de este año, tomó otra bocanada de aire al obtener de la empresa canadiense Telesat la cesión de una posición aérea vital para la operación de su nuevo satélite, el Satmex VI.
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Así, con suerte, la compañía logrará generar dividendos a sus accionistas en el año 2011. Claro, todo depende de su capacidad para negociar el resto de su deuda –con el gobierno y en bonos públicos– y del futuro desempeño del más flamante de sus aparatos.
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A pesar de todo, Lauro González, presidente de la firma que opera en 38 países, asegura que ésta se halla lejos de declararse en quiebra. Mucho menos de venderse. "Y si esto no es creer en México, entonces no sé qué es creer", declara.