23. Fumarse un buen habano con una taza

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Y si se hace en una mesa del Café de la Parroquia en Veracruz, qué mejor. En caso de que se encuentre de humor internacional, vuele a La Habana y siéntese en el malecón. ¡Anímese! Haga de cuenta que es Hemingway pensando un gran cuento. Si la inspiración no llega, vaya por un mojito a La Bodeguita del Medio.