En China se cultivan desde miles de años antes de Cristo. Teofrasto, un discípulo de Aristóteles, les puso el nombre, ya que la forma de sus pseudobulbos le recordó una parte de su cuerpo (orchis quiere decir testículo en griego). Sus flores, de las que hay casi 25,000 variedades, son un reto para el floricultor pues más de la mitad crecen sobre otra planta. No les debe dar el sol directamente, tampoco hay que regarlas de noche, pues se pudren fácilmente. La vainilla mexicana es una orquídea y era una forma de pago en tributos rituales durante el reinado de Moctezuma Ilhuicamina.
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La planta sólo florea en las condiciones ideales y hay un único botón por tallo.
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