El ruido de las gotas tiene efectos terapéuticos, su ritmo es relajante y se presta para lograr un estado contemplativo y de introspección. O, para tener una significativa regresión a la infancia, una impostergable necesidad de salir a brincar charcos. Usted decida, pero hágale caso a su mamá y no se olvide de la gabardina.
39. Caminar en la lluvia y no mojarse
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mar 20 septiembre 2011 02:54 PM