48. Convertirse en abuelo

-

Si cuando su hija o hijo (claro, en edad de merecer, con estabilidad emocional y económica para aventarse el paquetito) le avisa que va a tener un bebé, usted no alcanza más que a musitar mijita, mijito, felicidades, está plenamente consciente de que pocos regalos le hará la vida mejor que este.