Al vapor
En un año de poco crecimiento, cuando menos dos tipos de profesionistas tendrán un aumento de trabajo: los abogados y los contadores, dispuestos a atender a los contribuyentes que quieran defenderse de la reciente reforma fiscal , plagada de inconsistencias e iniquidades, según la interpretación de especialistas jurídicos y contables consultados por Expansión.
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"Las confusiones que generará una reforma tan amplia, extensa y precipitada van a originar muchas posibilidades de litigio", advierte Roberto del Toro, presidente del Colegio de Contadores Públicos de México y socio del despacho PricewaterhouseCoopers.
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Carlos Frías y Patricia González, colegas de Del Toro en esa consultora, consideran que el mayor problema de la reforma fiscal reside en la aplicación de gravámenes selectivos, que dan lugar a confusiones en su interpretación. "En la medida en que son impuestos especiales, se abre la posibilidad de que tengan vicios en la equidad, cuando no hay una justificación jurídica para determinar la diferencia en el tratamiento entre diversos sectores."
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Ejemplos, dicen los abogados y contadores, hay muchos. Una de las cargas especiales grava a la telefonía celular. Los primeros en mostrar su disconformidad, comentan González y Frías, pueden ser los proveedores del nicho que se preguntarán por qué se les trata de forma diferente a las empresas de telefonía tradicional. "La reforma resulta no equitativa, pues a dos prestadores de servicios se les da un trato diferente", afirma Jaime Rosas, socio director del área fiscal de Mancera, Ernest & Young. "Un punto muy desconcertante –señala Del Toro– es el hecho de que se permite a los estados obligar a determinados contribuyentes con impuestos que no se aplicarán a otros con actividades similares." Iniquidades como esas pueden llevar a que se soliciten amparos.
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Sí, habrá más posibilidades de echar mano de este recurso contra Hacienda, pero eso no significa que los tribunales se vayan a inundar con contribuyentes. "No creo que todos se amparen porque muchas de las reformas van dirigidas al consumo –explica Jesús Alvarado, socio de Mancera, Ernest & Young–. En esos casos sólo pueden cubrirse los gremios o sectores que se vieron afectados, como la telefonía celular y la televisión por cable o satelital."
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En la casa consultora también señalan que los impuestos estatales de 3% al consumo y de hasta 5% a las utilidades para personas físicas con actividad empresarial son inconstitucionales.
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Los analistas piensan que la reforma fiscal fracasará en asegurar nuevas fuentes de ingreso para el gobierno, porque muchos de los impuestos terminarán por no cobrarse. Por ejemplo, los nuevos cargos a productos considerados suntuarios provocarán que se reduzca el consumo de esos bienes o llevará a que el contribuyente prefiera introducirlos de contrabando al país.
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Pero el ciudadano no puede esperar que los litigios o algunas "trampitas" lo salven del fisco, aclaran los socios de PricewaterhouseCoopers. "El gobierno recaudará más y lo hará sobre el mismo número de contribuyentes", asegura Frías.
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Y otra mala noticia. Como el gobierno no percibirá todo lo esperado y como habrá más posibilidades de interponer medios de defensa en contra de determinadas disposiciones, se puede prever que, para compensar, la Secretaría de Hacienda será aún más estricta en sus mecanismos de fiscalización, argumenta el analista. ¿Terror otra vez?
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