En el lustro pasado, el sector de alimentos y bebidas otorgó retornos variados a sus accionistas. Los más favorables se dieron en las compañías dedicadas al procesamiento de alimentos; en cambio, fueron mixtos en las firmas dedicadas a la producción de bebidas. No obstante, de las empresas mostradas en el cuadro adjunto, sólo la mitad obtuvo retornos superiores a los ofrecidos por los Cetes.
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Los retornos más favorables en compañías de -alimentos se deben a distintos factores:
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Sus productos son parte de la dieta diaria del mexicano, lo cual refuerza la venta aún en tiempos de crisis.
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La expansión de las compañías a mercados internacionales, lo que les permite atenuar las presiones de los ciclos de la economía nacional.
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La adopción de una administración financiera sana que ha contribuido con la generación de flujos de efectivo, aún en tiempos de inestabilidad económica y volatilidad de precios internacionales.
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La creciente utilización de tecnología en el procesamiento de alimentos, como es el caso de Maseca.
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En cambio, los retornos de las refresqueras fueron mixtos. Aunque las ventas de bebidas han mostrado crecimiento, hasta 1996 el consumo per cápita de refresco se mantuvo relativamente constante. La protección gubernamental a la industria azucarera ha elevado los precios del dulce en México, repercutiendo en los costos de estas compañías. Además, la intensa competencia propicia que los precios de las bebidas se mantengan. Dado lo anterior, las empresas también han tenido que competir en eficiencia productiva con el fin de aumentar sus márgenes para generar flujo de efectivo