Si piensa comprarle a su hijo el Pokémon Stadium, piense también en las aburridas que se pegará si no tiene todos los aditamentos para poder interactuar con sus amigos. El juego en sí no exige más destreza que conocer todas las habilidades y fortalezas de los pokémones para poder hacer la mejor selección a la hora de enfrentarlos, porque, si se quiere derrotarlos usando la habilidad de las manos, hay que resignarse: el juego decide cuál pokémon y con qué poder derrota a sus contrincantes, y al “jugador” no le queda más que observar, casi como si estuviera frente a la caricatura de la televisión.
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Lo más interesante que ofrece el programa es la facilidad de transportar los pokémones de los cartuchos azul, rojo y amarillo –y próximamente, las versiones dorada y plateada con 100 nuevos pokémones– del Game Boy a la consola de N64, con el Transfer Pak, que viene incluido.
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Otros extra son los juegos de habilidades, donde hasta cuatro jugadores pueden competir con el mismo personaje. En esta parte se requiere un poco más de habilidad manual, pero no demasiada. Además es posible consultar la lista de los 151 pokémones y hacer un álbum en pantalla con distintas tomas de cada uno.
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