En su edición número 41, fechada en agosto 12 de 1970, Expansión compartía con sus lectores un caso especial: el del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), una escuela para empresarios mexicana. En ese momento, con apenas tres años de vida, la institución (fundada en 1967) ya contaba con el respaldo de los hombres de negocio del país: 600 directores generales habían pasado por sus aulas para cursar el programa de alta dirección de empresa, así como cursos de continuidad y actualización.
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Después de 32 años, la importancia del IPADE en el campo de la capacitación ejecutiva es incuestionable: 17,000 empresarios han aprovechado su oferta académica, la cual ahora también incluye maestrías en dirección de empresas y programas diseñados para organizaciones, entre otras especialidades. El organismo académico cuenta actualmente con sedes permanentes en Guadalajara y Monterrey; y sus programas se imparten en 11 estados de la República, así como en diversas ciudades del extranjero. Además, su prestigio ya rebasó las fronteras del país: de acuerdo con diversas fuentes, el IPADE es la mejor escuela de negocios de América Latina; según una evaluación del Financial Times, el instituto mexicano ocupa el casillero 19 en la lista de los 35 mejores colegios enfocados a la cultura empresarial.
Más allá de cualquier cifra, la historia del IPADE brinda un buen consejo: un hombre de negocios, aunque ostente el cargo de director general, nunca debe olvidar que siempre hay algo nuevo que aprender.