La revista británica The Economist publicó una declaración de Sir Martin Sorrel –cabeza de WPP, el grupo publicitario más grande del mundo– donde lamentaba que ya nadie estuviese dispuesto a hacer servicio social dentro de las empresas.
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Lo que antes era una práctica común entre pasantes de carrera, dijo, ahora desaparece en la medida en que los jóvenes no quieren trabajar sin sueldo. La pérdida no es sólo para las compañías que recibían becarios, sino para los estudiantes que se quieren integrar a la fuerza laboral sin experiencia alguna.
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De ahí que los programas para universitarios sean una excelente oportunidad de aprender los vaivenes del clima organizacional y darse a conocer en el ámbito empresarial. Concentrarse en obtener buenas calificaciones no es suficiente; los estudios sirven, cierto, pero no bastan.
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La práctica, de hecho, es igualmente importante. Sorrel es el vivo ejemplo de que se requiere más preparación que la académica. Vale recordar que este magnate no terminó la licenciatura en economía y, sin embargo, forjó un imperio publicitario en 15 años. Viva el justo medio.