Bowie se confiesa

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Siempre a contracorriente de los esquemas comerciales del momento, Bowie ha dado una vez más una sorpresa para todos, sean fans o no. A finales del 99 salió Hours , un álbum que no hace gala catastrofista del milenio, sino aprovecha la coyuntura simbólica para crear una reflexión intimista y serena. El Bowie de Hours se reencuentra con la poesía de Space Oditty , con las grandes baladas que compuso en los 60, y se desprende por el momento de sus inmersiones tecnológicas que comenzó con Tin Machine y llevó a buen término con Earthling . Aquí no hay una historia estilo ópera rock como lo hizo en Outside; se trata simplemente de un álbum confesional, del recuento maduro de una vida interesante. No hay cambios radicales de humor en la mayoría de los temas, sino una claridad constante que al término del disco provoca un sabor de boca que puede ser muy cercano al de la más humilde perfección.