Cara lavada

Se podría decir que “ya era hora”, pero también se vale reconocer que de no ser porque hace un año la fachada del Hotel Majestic –situado en pleno Zócalo– pasó del negro al blanco, las autoridades capitalinas jamás hubieran empezado a limpiar el resto de los edificios de la plaza. La cadena Best Western, a la que pertenece el Majestic, no podía dejar que se desmoronaba uno de sus más prestigiados hoteles.

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La inversión para limpiar la fachada fue de alrededor de $100,000 pesos. “Se llevó a cabo la limpieza del hotel porque considerábamos que había que rescatar los tonos de la cantera”, dice Carlos E. Reyes, gerente del hotel.

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Siguen los interiores. Las 85 habitaciones están en plena cirugía estética. “Estamos trabajando en la redecoración, restaurando todo el mobiliario”. La obra costará cerca de $1 millón de pesos, y el premio parece que será más que nada para la vista, porque el cambio de look no estará necesariamente acompañado de un incremento significativo en la llegada de turistas, todavía no muy convencidos de que la belleza del Zócalo compense la agitación de la zona.