Mucha polémica, tinta y amenazas han rodeado al proceso de venta de Cintra.
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En 1995, cuando se autorizó la fusión, se les condicionó a que actuaran como competidores. Sobra decir que, a pesar de las múltiples investigaciones en contra de la Comisión Federal de Competencia, Cintra y sus subsidiarias hicieron caso omiso de dichas recomendaciones.
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El asunto se fue alargando con múltiples investigaciones hasta que se firmó la pipa de la paz. Y la batalla, que parecía perdida, la ganó la Comisión: la venta separada de Aeroméxico y Mexicana.
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Por una parte, el IPAB (dueño de la mayoría de las acciones), para cumplir su deber de sacar mayor rendimiento a los activos, quería vender las aerolíneas conjuntamente. Esto hubiese supuesto un monopolio sobre la línea aérea, que llevaría a grandes ganancias y tarifas elevadas.
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El mejor método de reducir el costo para los consumidores es la competencia; la pelea lleva a un mejor servicio y a una disminución de las tarifas. México es de los países más caros en pasajes aéreos. No es posible que un vuelo nacional cueste más que uno a Estados Unidos.
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Hay quien argumenta que la venta separada causaría una quiebra del sector aéreo. Creemos que es infundado porque la industria aérea no es de economías de escala o de tamaño. Prueba de ello es Southwest Airlines, que con una pequeña flota compite con Delta, American Airlines y las otras grandes.
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Además, si la fuerza competitiva se diera por el tamaño, ni Aeroméxico ni Mexicana juntas tendrían el peso de competir globalmente. American Airlines tiene una flota varias veces más grande que las de Aeroméxico y Mexicana juntas. Por tal razón, no consideramos la economía de escala como argumento para defender la venta conjunta de ambas aerolíneas.
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La posibilidad de sobrevivir en el mercado vendrá de la capacidad competitiva de las empresas, y no de su tamaño. Sin embargo, esperemos que la venta separada lleve a una guerra por la clientela y no existan entresijos de acuerdos de precios o de mercados prohibidos por la Ley Federal de Competencia Económica.
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Aplaudimos la valiente decisión de la Comisión de la venta separada, a pesar de tener en contra los intereses del sindicato, los propietarios, el IPAB, y otros agentes. Qué bueno que el Estado de Derecho poco a poco se va imponiendo en nuestro país. Ojalá la Comisión se mantenga firme en sus decisiones.
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-El autor tiene Maestría en Derecho Corporativo y es Doctor en Derecho de la Competencia, autor de los libros El contrato de joint venture y Derecho mexicano de la competencias