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Dejad que los pobres vengan a mí

Klaus Schwab, el hombre que apoya a los emprendedores que sí ganan dinero con proyectos sociales.
mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

Al sobrevolar las zonas rurales del Estado de México, alarma la deforestación de terrenos con vocación de bosques, frustradamente sembrados de maíz. Si los dioses de la lluvia ayudan, habrá buena cosecha, si no ya veremos. Por mucho que los dioses cooperen, huele a desastre, a falta de pinos que absorban los aguaceros, ya que es casi seguro que las lluvias deslavarán algunas de estas áreas. Una, dos, tres y más chozas roban terreno a la parcela, símbolo de la pobreza, el hambre, la falta de higiene y oportunidad. El helicóptero se aproxima a una comunidad mazahua que seguramente habita esas chozas y que se ha congregado para recibir paquetes nutricionales Un Kilo de Ayuda. Este programa benefició a unas 900,000 personas entre marzo y abril de 2005. En este caso la alimentación no va a depender de azares meteorológicos.

- Mientras que muchos se avergüenzan de la situación en que vive la mayoría de los mexicanos, otros ven oportunidades de negocios en este sector. José Ignacio Ávalos, fundador de Gente Nueva, ha logrado capitalizarse con un sector que agobia al gobierno.

- Gente Nueva aglutina a la sociedad financiera de objeto limitado (Sofol) Compartamos, que en 2004 cerró con más de 300,000 clientes con crédito activo y que a lo largo del presente año ha sumado más a su cartera. Compartamos es la financiera de microcréditos más grande de Latinoamérica y ha sido galardonada con calificación A+ por Fitch Ratings y Standard & Poor’s, de las más altas notas que ambas calificadoras dan.

- Gente Nueva (que también engloba a Un Kilo de Ayuda, Mi Tiendita, hospitales y clínicas) es una prueba fehaciente de que ayudar al prójimo reditúa. “Se me quedó grabado que el día que pudiera trabajar por los pobres tendría que ser de manera integral, no nada más por gratificar mi conciencia: un pequeño sedante para tolerar la pobreza que nos rodea”, relata Ávalos.

- Ojo, no es filántropo, no reparte a manos llenas. Todo lo que opera, le cuesta a los beneficiarios. Se trata de la encarnación de una combinación de la Madre Teresa de Calcuta con Bill Gates. Su modelo empresarial es lo que Fundación Schwab para el Emprendimiento Social (The Schwab Foundation for Social Entrepeneurship) denomina ‘emprendedor social’. Se trata ni más ni menos que de un nuevo espécimen que se encarga de algún problema social o ambiental, pero que no constituye una ONG, los proyectos de los emprendedores sociales tienen que ser por lo menos financieramente autosuficientes y rentables, de preferencia.

- Sinergias internacionales
José Ignacio Ávalos forma parte de una red de aproximadamente 84 emprendedores sociales alrededor del mundo avalados por la Fundación Schwab para el Emprendimiento Social. Esta organización fue fundada en 1998 por Klaus Schwab y su esposa Hilde. La misión de la misma es mejorar el mundo  a través de los emprendedores sociales. Para ello, identifica y proporciona una plataforma mundial que promueve el emprendimiento social como elemento clave para la solución innovadora y efectiva de los problemas asociados al desarrollo sostenible. Klaus es fundador y presidente del Foro Económico Mundial, la plataforma más prominente de encuentro de discusión entre líderes corporativos, gobiernos, medios de comunicación, la sociedad civil y del mundo intelectual y cultural. Todos ellos están comprometidos en mejorar la situación mundial. El Foro y la Fundación trabajan en colaboración para proporcionarles a los emprendedores sociales una plataforma para dar a conocer su importancia en el desarrollo sustentable.

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- Desde la inclusión en la red de emprendedores sociales se han movilizado en esta fundación un total de 76 millones de dólares, y el número de beneficiados por los emprendedores sociales se ha incrementado 3.5 veces desde que arrancó el programa hace cinco años.

- Los miembros de la fundación trabajan hoy con un total de 600 millones de personas excluidas y pobres alrededor del mundo. Un tercio de los emprendedores sociales han logrado replicar su modelo en otras partes del mundo de 10 a 18 países.

- Victoria Medina podría pasar como ama de casa por su delantal y sencillez en su arreglo personal. Victoria es una empresaria que produce y vende esferas, así como adornos, y con ella Ávalos ha asumido riesgos y oportunidades. “Agradezco a Compartamos pues, por medio de sus créditos, hoy soy una persona triunfadora”, expresa. Medina empezó con un soplete, una caja de vidrio y un tanque de gas. Hoy cuenta con más vidrio, un tanque de gas estacionario y tres sopletes más. Ella emplea a gente de su comunidad. El modelo de negocios no es glamoroso y, por lo mismo, no es muy conocido. Sin embargo, Schwab insiste en su importancia.

- “México ha desarrollado una comunidad de empresarios de primera clase, pero hay mucha pobreza. El modelo de emprendedor social enseña a la gente a pescar, no a comer pescado. El emprendedor social necesita un marco legislativo amigable. No se trata de gente buena sino de creadores de soluciones que pueden aplicarse a nivel internacional generando ganancias. El progreso viene de los emprendedores, necesitamos un cambio de mentalidad. Hay que reinvertir los ingresos para hacer que el negocio crezca. Ayudar a los demás es un gran negocio”, repite Klaus Schwab.

- Reparto de oportunidades
Para Ignacio Ávalos, para poder llevar a un país al desarrollo, hay que ampliar capacidades, generar oportunidades y crear infraestructura. Si no se cuenta con estos tres componentes, no hay desarrollo ni manera de aliviar la pobreza. “Las teorías del Banco Mundial y de las Naciones Unidas están enfocadas en distribuir la riqueza. Mientras las métricas para medir los programas sociales sean en dinero, no vamos a orientarnos a programas que aumenten capacidades. La suma del desarrollo individual de las personas es la que nos da el desarrollo de la colectividad”.

- Al promotor de Compartamos le gusta empezar por medir el bienestar de la sociedad mexicana por sus niveles de nutrición. México tiene 40 millones de habitantes que sufrieron desnutrición entre los cero y cinco años de edad. Esto se traduce en una atrofia en las capacidades mentales, emocionales y físicas, elementos básicos para el desarrollo de la sociedad y la economía. Es por esto que Un Kilo de Ayuda incluye un plan único en el mundo de monitoreo del crecimiento físico y los niveles de desnutrición en los niños que participan en él.

- Pamela Hartigan, directora ejecutiva de la Fundación Schwab, recurre al economista John Maynard Keynes para abrigar este nuevo tipo de emprendedor que sufre de indiferencia generalizada. “La principal dificultad no radica en que la gente acepte nuevas ideas, sino en que olviden sus viejas ideas. Keynes hizo un sumario de lo que estamos tratando de hacer”. Para Hartigan, el futuro de los negocios está en hacer cosas prácticas que mejoren la condición humana. Una labor que no suena a grandes negocios, sin embargo que ahora mismo está redituando.

- Los mazahuas  recibieron sus despensas de un Kilo de Ayuda que aseguran que estén bien nutridos. Una vez que se les realizaron exámenes para ver qué tan disciplinados han sido con sus hábitos alimenticios, piden que el helicóptero (ese extraño aparato que no conocían) sobrevuele su comunidad.

- Muchas manos despiden a quien les ha dado la oportunidad de crecer igual que otros mexicanos que nacieron en condiciones distintas, pero que de la misma forma necesitan de sus capacidades para construir un México mejor.

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