Poco más de una década le tomó a la tecnología digital relegar una serie -de artefactos antaño útiles y codiciados.
- Algunos objetos, orillados a una jubilación temprana y cuyo valor es mucho más -que simplemente sentimental, pueden renacer si das un vistazo a las “cajas del -olvido”. Quizá tengas el gusto de re-encontrarte con un clásico de clásicos: -una cámara Leica, Rollei o Hasselblad. Todas con el común denominador de -pertenecer a la realeza de la fotografía y a la corte de los objetos más finos -de la historia. Son una buena excusa para recuperar el quehacer fotográfico y -conseguir una imagen con calidad excepcional, artística.
- Desempolvar un clásico de esta naturaleza es una manera de resarcir la deuda -de la humanidad con los objetos bellos, contraída el 20 de julio de 1969, -cuando 12 cámaras Hasselblad Data (Hasselblad 500EL modificada) fueron -abandonadas en un lugar inhóspito, después de que habían tenido el honor de -fotografiar una de las imágenes más vistas en la historia. ¿Quién pudo hacer -tal crimen? Neil Armstrong y Edwin Aldrin, quienes no cargaron de regreso con el -equipo que fotografió por primera vez la superficie lunar. Rescata esa joya -fotográfica, de lo contrario, como decía el historiador británico Arnold -Toybee, “quien no conoce la historia está condenado a repetir los mismos -errores”.