Dificultades en el camino exportador
Las exportaciones juegan un papel relevante en el programa económico de la presente administración. Cabe recordar que, según los Criterios Generales de Política Económica, dos terceras partes del crecimiento de 3% esperado para el PIB durante 1996 deberán ser aportadas por el sector externo (exportaciones menos importaciones). Además, la obtención de un ingreso elevado de divisas por ventas al exterior es una condición básica para evitar los desequilibrios que condujeron a la actual crisis.
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A prueba el buen desempeño de 1995
-Mucho se ha comentado acerca del avance exportador del año pasado. Las ventas al exterior sin -maquila crecieron 40.2% y ascendieron a $48,512.5 millones de dólares. Si se le restan las importaciones sin -maquila, que disminuyeron 21.4% y se ubicaron en $46,297.1 millones de dólares, se tiene que el saldo de la balanza comercial sin maquila -pasó de un déficit de $24,268.8 millones a un superávit de $2,215.4 millones; en otras palabras, se logró una corrección en el saldo de casi $26,400 millones de dólares.
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No obstante, como se ha señalado reiteradamente, ese resultado fue posible gracias a la fuerte contracción que se aplicó a la economía nacional y a la subvaluación del tipo de cambio. Conviene recordar que hasta antes de 1994, y a pesar de la apertura comercial impuesta en el salinismo, sólo algunas empresas o ramas habían realizado un trabajo sistemático para insertarse a la economía global. Ejemplos de ello son Cemex, Vitro, Alfa, AHMSA y Cydsa, entre otras.
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Esas empresas, y las armadoras de autos, cuyas ventas internas cayeron casi 80% en 1995, fueron en buena medida las responsables del crecimiento registrado por las exportaciones durante el año pasado.
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Cabe señalar que a pesar de que la contracción obligó a muchas compañías a incursionar como exportadoras, el valor de las exportaciones sigue dependiendo de unos cuantos productos: los ingresos proporcionados por los 25 bienes con mayor importancia en las -exportaciones aportaron 70% del total de las ventas al exterior. Sólo las industrias automotriz y de auto partes colocaron exportaciones por $12,983 millones de dólares, con un crecimiento de 48%.
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Por otra parte, la información disponible confirma que, más que otro factor, el crecimiento de las exportaciones se debió básicamente a la contracción económica. Esto se -comprueba al comparar la evolución que tuvieron las importaciones de bienes intermedios y las exportaciones totales.
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Durante el salinismo, la apertura comercial y la creciente -sobrevaluación del peso tuvieron como efecto que las exportaciones de México tendieran a asemejarse a la -maquila: en un alto porcentaje se realizaban a partir de la transformación de insumos importados. -Además, un porcentaje creciente de las necesidades internas se satisfacía mediante la transformación de insumos importados. En esas condiciones, en el último año del sexenio el valor total de los insumos importados, clasificados para maquila y no maquila, medido como porcentaje de las exportaciones totales, representó poco más de 90% de las exportaciones realizadas por el país.
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A partir de la devaluación esa relación disminuyó y durante la mayor -parte de 1995 se situó entre 70 y 80%. Esto es, la participación del total de insumos importados en las exportaciones bajó poco más de 10 puntos porcentuales. En un contexto en el que las exportaciones con maquila y sin maquila crecieron a una tasa de 31.1% y las importaciones totales de insumos lo hicieron en -apenas 3.4%, es de suponer que parte de la caída en la relación de insumos importados a exportaciones se debió a la -sustitución de importaciones para exportar, o sea que en 1995 se utilizaron más bienes intermedios nacionales para exportar. Sin embargo, otra parte, quizá la más importante, se debió a la contracción del mercado interno.
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En esas condiciones, el efecto que pudieran tener las exportaciones sobre el resto de la economía resulta muy limitado y se reduce prácticamente a la prestación del servicio de transformación de materias primas externas en productos exportables.
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Para decirlo de otra manera, mientras las exportaciones no integren mayores volúmenes de bienes nacionales, con calidad competitiva internacional, el efecto multiplicador de las exportaciones difícilmente repercutirá en las condiciones de vida de la población, aunque estadísticamente pudiera ayudar a incrementar el PIB.
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Corrección lenta y limitada
-A partir de lo anterior, es importante destacar la intención de la presente administración, tal como ha sido comunicada por el secretario de Comercio y está contemplada en el preliminar del -Programa de Desarrollo Industrial, de apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas y promover una mayor -integración en las cadenas productivas del país.
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Eso no será fácil si se toma en cuenta que en México, por el atraso en el sistema político y judicial, muchos de los proyectos de unificación de esfuerzos entre empresarios terminaron en fracasos. También juega como un importante factor negativo la incapacidad del sistema financiero para convertirse en un eficiente intermediario entre el poco ahorro interno y la urgencia de promover proyectos de inversión productiva rentables.
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Además, contra lo anunciado por la presente administración, persisten vicios y barreras administrativas que frenan las posibilidades de surgimiento de nuevos proyectos de exportación. A eso se suma la carga que representa una infraestructura de transporte insuficiente o cara, que pone fuera de competencia a los fabricantes nacionales.
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Por eso resulta de gran importancia el propósito de Bancomext, para 1996, de destinar mediante la banca comercial o sin intermediarios, la mayor parte de los recursos de los que dispondrá este año para créditos y garantías, que suman $13,055 millones de dólares, para incorporar a empresas medianas y pequeñas a la actividad exportadora, en forma directa o indirecta.
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De cualquier manera, en las condiciones actuales del país, los efectos del esfuerzo anunciado por Bancomext no serán inmediatos ni generalizados.