Dejar de contaminar produce dinero. En el mundo opera actualmente algo muy -parecido a una bolsa de valores, donde en lugar de acciones se cotizan toneladas -de dióxido de carbono (CO2) no emitidas al ambiente -(bonos de carbono).
- A la fecha, México tiene 15 proyectos en vías para vender estos bonos a -través de empresas como Alfa, Cydsa y ComexHidro, señala Miguel Ángel -Cervantes Sánchez, director general adjunto para Proyectos de Cambio Climático -de la Semarnat.
- Al pasado 30 de septiembre cada tonelada se cotizaba en 22 euros (unos 288 -pesos). Los precios tienden a subir, pues la demanda es mayor que los escasos -proyectos limpios.
- Grupo Alfa, a través de Petrotemex, reducirá el consumo de combustibles en -sus calderas de producción de ácido tereftálico puro para ahorrar 300,000 -toneladas de CO2 anuales que, traducidas en bonos de -carbono, equivaldría a 6.6 millones de euros (86.33 mdp).
- ComexHidro –explica Jacobo Mekler, director comercial– generará energía -limpia en tres minihidroeléctricas y ahorrará 149,000 toneladas de CO2 -(unos 3.28 millones de euros o 42.9 mdp).
- No son las únicas: Cydsa, CISA-Gamesa e incluso criadores de cerdos ya -cuentan con proyectos aprobados por Semarnat.
- En busca de una solución para la emisión de Gases de Efecto Invernadero -(GEI), la ONU obliga a los países más desarrollados –y contaminantes–, -mediante el protocolo de Kyoto, a dejar de contaminar parcialmente. Para -lograrlo pueden comprar bonos a naciones en desarrollo. Actualmente Italia, -Japón, Australia, Francia, Holanda y Canadá, entre otros, buscan ansiosamente -los bonos y cada vez pagan más. Así, la oportunidad literalmente flota en el -ambiente.