El otro poder de los migrantes

Como grandes generadores de divisas, hoy son el blanco de los políticos de sus pueblos.

Valparaíso, Zacatecas, México. Menos de dos meses después de haber sido -electo (enero de 2005), el presidente municipal Alberto Ruiz Flores emprendió -en su camión un viaje de 26 horas hasta la frontera con California, EU, para -llevar una lista de peticiones de proyectos de obras públicas a una comida -campestre en Oxnard. ¿El motivo? Solicitar dinero a algunos de los 400,000 -mexicanos que emigran cada año en busca de oportunidades laborales en Estados -Unidos. Ellos envían a su tierra natal una cifra estimada en 100,000 dólares -cada día, la misma cantidad que la municipalidad planea gastar a lo largo de un -año. Una semana después, Ruiz se reunió en un restaurante de Aurora, -Illinois, con un obrero y pintor rotulista mexicano que había juntado cientos -de miles de dólares destinados a Valparaíso. Siete días más tarde, invitó a -líderes migrantes de Dallas y Las Vegas a participar junto con él en la -coronación anual de la reina de belleza municipal.

- “Me considero el presidente municipal de Valparaíso, y el de los que, como -ustedes, tuvieron que dejar Valparaíso en búsqueda de una vida decente”, -dijo Ruiz al inicio de cada encuentro. “Ustedes han demostrado con su -generosidad que son aún parte de México. Sin ustedes, quién sabe adónde -estaríamos”.

- Para él, la política no se detiene en la frontera. Lo mismo sucede para el -resto de México y para América Latina, donde cada vez hay más funcionarios -que responden al electorado constituido por los ciudadanos en su lugar de origen -y, también los que están en el extranjero y mandan dinero.

- Hoy, más que nunca, las remesas enviadas por los migrantes, tanto legales -como ilegales, se traducen en poder político. Las comunidades de migrantes en -EU, más organizadas y fuertes que nunca, se han transformado en fuerzas -políticas y sociales demasiado importantes como para ser ignoradas. Éste es un -fenómeno que ha hecho que, por ejemplo, Chicago sea parada obligatoria de -campaña para políticos mexicanos.

- El poder de los migrantes mexicanos se consolidará aún más con la reciente -aprobación de la Cámara de Diputados de la ley que les permite emitir su voto -en ausencia desde EU, lo que facilitará a los mexicanos con nacionalidad -estadounidense votar en ambos países. Esto abre el camino para que 10 millones -de mexicanos y mexicano-estadounidenses participen en la elección presidencial -de 2006. También las legislaciones de Venezuela, Colombia, Brasil y Honduras -autorizan el voto en ausencia.

- A estas alturas es innegable la influencia política y económica de la -migración. El Banco Interamericano de Desarrollo estima que durante 2004, los -migrantes enviaron más de 45,000 mdd a América Latina y el Caribe, monto que -excedió, por tercer año consecutivo, a la inversión extranjera y a los planes -oficiales de desarrollo. México recibió 17,000 mdd en remesas, casi el doble -de hace apenas cuatro años.

- Óscar Chacón, miembro del grupo de defensa a los inmigrantes Enlaces -América, considera que este fenómeno es una revolución silenciosa liderada -por un grupo en expansión constituido por más de 500 organizaciones que están -logrando lo que más de una década de TLC e inversión extranjera no han hecho: -estrechar la brecha entre ricos y pobres. Hoy esos migrantes utilizan el poder -que les dan las remesas para hacer demandas más importantes a los políticos de -todos los niveles. Sus líderes se han reunido con los asesores del presidente -Bush para luchar contra las reformas inmigratorias, y con los presidentes -latinoamericanos para hacer una serie de peticiones como el derecho a votar en -ausencia, presentarse como candidatos a cargos públicos en sus lugares de -origen, seguros de salud y becas universitarias. “Alguna vez, las voces de los -inmigrantes fueron débiles”, dice Efraín Jiménez, ex mecánico y actual -supervisor de proyectos multimillonarios de infraestructura en Zacatecas, -financiados por los inmigrantes asentados en California. “Teníamos dinero, -pero no teníamos organizaciones… Ahora somos cientos de organizaciones”, -afirma. “No hay presidente que pueda ignorarnos”.

- Hasta ahora, los migrantes han perdido más batallas políticas de las que -han ganado, sobre todo en EU, donde las políticas de Bush han bloqueado los -programas que ofrecerían un estatus legal temporal a unos tres millones de -trabajadores mexicanos. Aun así, dice Chacón, los migrantes están recaudando -fondos para obras públicas, formando comités de acción política para apoyar -a determinados candidatos en sus lugares de origen y, en número pequeño, -volviendo a su tierra natal para desempeñar puestos públicos.

- Algunos tienen cargos de presidentes municipales, de miembros del consejo del -ayuntamiento y hasta legisladores, con lo que aportan perspectivas e ideas -nuevas a partir de sus vivencias en EU, y asimismo son capaces de exigir que -rindan cuentas los gobiernos considerados desde hace mucho tiempo como corruptos -o inefectivos.

- Pueblos como Boquilla del Refugio están casi vacíos en el año, pero el -primer fin de semana de diciembre reviven con los migrantes que vuelven para -pasar las vacaciones en su tierra natal. Las camionetas caras con patentes de -Arizona, Colorado, Texas, California e Illinois rugen por las calles. Los -comercios amplían sus horarios y duplican sus precios. Se cuentan historias de -éxito entre el gentío que volvía al hogar.

- Hay casos interesantes, como el del presidente del club de Boquilla del -Refugio, un metalúrgico de 54 años llamado Rosendo Rivera. El club se inició -con doce inmigrantes de Chicago, y en los últimos tres años ha recaudado unos -350,000 dólares para proyectos en una ciudad cuya población es de apenas 600 -habitantes. En Aurora, Rivera llevaba una vida de obrero, complementado su -ingreso de la fábrica con la venta de caros trajes de vaquero. En Boquilla del -Refugio, lo recibieron como un héroe.

- Ruiz dice: “Si escuchas a los migrantes, sólo vas a oír historias de -éxito. Nunca hablan de lo duro de sus vidas en Estados Unidos. Todos dicen que -ya la hicieron, y gastan dinero como si fueran ricos”.“Por eso la gente de -aquí los admira. Son muy influyentes”.

- c.2005 New York Times News Service