El regreso de la manzana
Hacia mediados de la década de los 80, los analistas de la industria tecnológica aseguraban que había llegado el momento de colocar los clavos en el ataúd de Apple Computer. En ese momento, cuestionar las visiones fúnebres de los críticos resultaba una tarea complicada. Sin el impulso del controvertido fundador, Steve Jobs (que abandonó la organización en 1985), la empresa realmente parecía condenada al olvido . La tormenta corporativa del proveedor –resultados financieros negativos y pérdida de participación de mercado– se extendió hasta promediar los años 90.
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En 1996, una edición de la revista Business Week, dedicada a analizar la situación de la firma, publicaba en su portada la frase: "La caída de un icono americano." Asimismo, en las páginas de Fortune, un ex ejecutivo de Apple, Trip Hawkins, declaraba: "Es una lástima que una compañía que aportó tanto a la industria probablemente deje de existir."
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Para fortuna de los usuarios de la plataforma Macintosh, la anunciada muerte de la organización no se presentó. En 1997, Jobs regresó y la historia tomó un rumbo distinto. La corporación lanzó una nueva generación de productos –los casos más notables: las máquinas de escritorio iMac y los sistemas portátiles iBook– y el mercado respondió con entusiasmo. Hacia el inicio del siglo XXI, la situación ya era distinta. La firma fortaleció su portafolio de soluciones de software, mejoró su sistema de comercialización (en mayo de 2001, en Estados Unidos, abrió las primeras Apple Stores) y desarrolló sistemas especiales para el mercado de usuarios de Macintosh (por ejemplo: iPod, un reproductor de archivos MP3).
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Hoy, los números de la compañía sugieren que las señales de peligro han quedado atrás. En el primer trimestre de 2002, el corporativo reportó una utilidad neta de $38 millones de dólares, frente a la pérdida neta de $1,380 millones de dólares en el mismo periodo del año pasado. Las ganancias alcanzaron $1,380 millones de dólares, un incremento de 37% en comparación con el mismo lapso del año anterior. Durante el trimestre, Apple embarcó 746,000 unidades de sistemas Macintosh. Por otro lado, hacia finales de marzo, el proveedor había comercializado 125,000 unidades de la renovada línea iMac, equipo que posee un monitor de altura ajustable. Otra señal de recuperación: en las llamadas Apple Stores (hasta el momento, 27 almacenes en la unión americana) se están generando ventas por $10 millones de dólares y 40% de los compradores son usuarios que nunca habían utilizado un sistema Macintosh.
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En los últimos dos meses de 2001, el proveedor vendió más de 125,000 ejemplares del equipo iPod, a pesar de que el precio del producto ($399 dólares) no puede considerarse bajo.
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En México, la historia de Apple no ha seguido un rumbo muy diferente: fue afortunada en la década de los 80, cuando llegó a ostentar una participación de mercado de 60% y contó con una planta de ensamble en el país; en los años 90 su situación se hizo complicada (aunque favorable en los nichos específicos de educación, artes gráficas y arquitectura).
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Nicolás Figueras, director general de Apple México, asegura que la recobrada fortaleza ya es una realidad en el país. La compañía está de regreso, dice el entrevistado, y preparada para recuperar el terreno perdido. Volver al ámbito empresarial mexicano es una de sus prioridades. En plática con Expansión, el ejecutivo explica la estrategia.
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Quitarle espacios a la plataforma PC en los entornos corporativos parece una tarea difícil. ¿Por qué considera que el proyecto es realizable?
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En comparación con los sistemas PC, Apple cuenta con productos más fuertes en términos de rendimiento y sus precios son muy similares a los del mercado general de las computadoras personales. ¿Por qué han dominado las PCs? Porque en determinado momento las Mac fueron más caras, ya que los proveedores de PCs redujeron sustancialmente sus precios. ¿Cómo lo lograron? Quitando componentes del sistema. De repente, el usuario ya no necesitaba tarjeta de video, de sonido o de red.
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Dichos elementos incrementaban el precio final del producto. Apple siempre crea equipos completos, diseñados para satisfacer los diferentes requerimientos del cliente. Antes, medir una Mac contra una PC era comparar peras con manzanas. Hoy, el usuario exige más capacidad en la máquina: funciones de conectividad, procesamiento de audio y video, soluciones para el entorno digital. En ese sentido, ya comparas manzanas contra manzanas. Si una PC quiere integrar todas las funciones, el costo del equipo lo reflejará. De cualquier forma, yo creo que existen cajas negras ¿Qué hay detrás de la caja? Eso no es relevante. Mientras la pantalla brinde la información necesaria para tomar decisiones, el contenido del chasis es un asunto de importancia menor.
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Encontrar soluciones especiales –periféricos y aplicaciones– para la plataforma Macintosh no es una labor sencilla. Este factor podría frenar el avance de Apple en el mercado.
-Durante mucho tiempo, uno de los grandes problemas de la corporación fue la falta de soluciones complementarias, la ausencia de productos de terceros para plataforma Macintosh –juegos, aplicaciones de productividad, paquetes de software, etcétera–. Por otro lado, antes no era fácil conseguir las herramientas que sí estaban disponibles en México. Aunque existían distribuidores especializados, para el usuario no era sencillo descubrir el establecimiento indicado o encontrar la tienda que sí contaba con productos específicos. En ese momento, sin el apoyo de un medio como internet, que ayuda a difundir este tipo de información entre los consumidores, esta situación creó un problema y representó un lastre para el crecimiento. Yo creo que dicha circunstancia impulsó a Steve Jobs a desarrollar el concepto de las Apple Store, almacenes exclusivamente dedicados al mundo de la tecnología Macintosh.
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¿La compañía abrirá estas tiendas en México?
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La instalación de Apple Stores en el país es una idea que la organización podría llevar a cabo dentro de un par de años. Antes de hacerlo, Apple tiene que consolidar la presencia de los establecimientos estadounidenses. Después se inaugurarán algunas sucursales en Canadá. En un par de años más seguiría México. Mientras tanto, para asegurar la disponibilidad de soluciones especializadas en Macintosh, la filial está instrumentado dos estrategias. En primer lugar, lograr que las tiendas detallistas siempre cuenten con un mínimo de productos complementarios (cables, periféricos, aplicaciones). En segundo, la compañía apoyará a un mayorista que estará exclusivamente concentrado en abastecer memoria, ratones, batería, portafolios, etcétera. Otra empresa se encargará de proveer el software: el último grito de la moda en juegos, programas para artes gráficas y aplicaciones de productividad. De momento, estos comercios pueden cubrir la demanda del mercado mexicano.
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Para entrar al mercado corporativo, Apple tendrá que convencer a los consultores e integradores de sistemas que, por lo general, no consideran a Macintosh como una alternativa de cómputo corporativo.
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La empresa está consciente de la importancia de los consultores tecnológicos. Y efectivamente, Macintosh no estaba en su cartera de soluciones.
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Las organizaciones especializadas colocaban a Apple en nichos muy particulares: artes gráficas, editoriales, publicidad. Sin embargo, en la actualidad estas firmas –con las que ya se han fijado alianzas de trabajo– están reconociendo la capacidad de integración de la plataforma. La tecnología puede operar en cualquier entorno de cómputo, con equipos de Sun Microsystems o de Compaq.
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Eso ha quedado demostrado en proyectos del sector gobierno y en el ámbito empresarial. Además, hay que considerar otro factor: en las compañías, los integradores actualmente desempeñan un papel de guías y consejeros. Hace 15 años, en países como México, donde el conocimiento tecnológico no era abundante, eran considerados gurús: su opinión era una verdad absoluta. Hoy, el personal de sistemas de las empresas posee un alto grado de conocimiento tecnológico: discute en igualdad de circunstancias con un integrador, exige una clara justificación de la inversión, analiza a fondo las soluciones que le recomiendan. En ese sentido, Macintosh es una plataforma que puede resultar sumamente convincente. Y vuelvo a lo mismo: ¿por qué importa lo que hay detrás de la caja?
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Al igual que Jobs, usted trabajó en la filial en una primera etapa, salió de la organización durante un tiempo y hoy está de regreso. ¿Qué tanto ha cambiado Apple?
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La compañía es más madura. Como líder, Steve Jobs también ha crecido en forma positiva, sus estrategias son más claras y están mejor diseñadas. Hay una dirección corporativa con objetivos y planes bien sustentados. Y en términos de productos, Apple conserva su capacidad de innovación tecnológica. La empresa siempre tiene propuestas.
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