El triunfo de los dinosaurios

¿Se extinguieron? Pero si hasta se exportan

Se llama Erasto Martínez y, a pesar de que fueron muchos quienes lo pensaron, no está loco. Su formación: ingeniería mecánica. Su trabajo: fabricar dinosaurios robots.

- Todo empezó cuando en 1992 el zoológico de Chapultepec fue cerrado para su renovación. A Martínez, entonces funcionario del gobierno capitalino, le tocó encontrar otra manera de atraer al público. Organizó una exposición del mundo jurásico, importada de Estados Unidos. La falta de recursos puso fin al proyecto. Pero se le había quedado la espinita. En 1994, junto con paleontólogos de la UNAM y gente del Instituto de Geología, se lanzó “a la aventura de hacer dinosaurios. Al principio nadie nos creía, así que sacamos el capital de nuestros bolsillos”. La maqueta de un dinosaurio suponía una inversión cercana a los $30,000 dólares.

- Hoy la compañía Mundo Jurásico cuenta con más de 100 prehistóricos animales, que se exhiben en las ferias de América Latina.