Según la Organización Mundial de la Salud, la ingesta de alcohol per cápita muestra un decremento importante en los países desarrollados, mientras que en las naciones más pobres ocurre todo lo contrario: en México aumentó 39% en el periodo 1970-1998, según datos de la Encuesta Nacional de Adicciones de ese año.
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La mayor parte de los bebedores está integrada a la fuerza de trabajo. De hecho, contra lo que se piensa, los alcohólicos no provocan la mayoría de los problemas, sino aquellas personas que beben de más o en circunstancias inapropiadas (sólo 18% de quienes han tenido un accidente automovilístico en que el alcohol ha estado involucrado son dependientes).
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Por otro lado, 42% de los bebedores que tomaron cinco o más copas por ocasión presentó uno o más problemas asociados con el consumo. Asimismo, se observó que 16 de cada 100 personas que bebieron de esta manera tuvieron problemas de violencia con amigos (8%), con la policía (4.6%) y en bares (3%). Otras consecuencias asociadas con la violencia son: problemas con la familia (20%) y con la salud (12%).
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