¿Cuantas veces al día recibe un correo electrónico que proviene de una fuente desconocida y que aborda, por lo general, un tema totalmente ajeno a sus intereses? Seguramente su buzón digital recoge varios mensajes de este tipo, a los que se clasifica con el término spam: el envío de cientos o miles de copias de un mismo comunicado a cualquier usuario de internet. Evitarlos cada vez resulta más difícil.
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Comunicación inútil
Según Gartner, durante 2002 el spam representará 25% de los e-mails que circularán por la Red.
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La firma de investigación de mercados tecnológicos distingue cuatro categorías:
1. Cadenas, leyendas urbanas.
2. Correo basura (mensajes sin sentido).
3. Personas honestas que tratan de ofrecer un servicio o que buscan información.
4. Correos intrascendentes que envían colegas y compañeros de oficina (spam ocupacional).