Enseñanzas de Lorena

Una mujer de 23 años trae una imagen de limpieza al deporte mexicano. Los valores se han convertido

El deporte mexicano puede presumir pocos casos de excelencia. Sobre todo, -pocos ejemplos de planeación a largo plazo, por no decir de transparencia. -Desde hace dos años estamos enhorabuena por la historia de la golfista tapatía -Lorena Ochoa, que a sus 23 años ya se codea con los grandes nombres del golf -internacional.

- Si un deportista tiene una vida activa breve, ella planeó desde su -adolescencia una carrera de largo plazo. Además de una buena formación en una -escuela en Estados Unidos, Lorena tiene a su favor un temperamento que ya -querría para sí cualquier directivo empresarial. Con cierta timidez, pero muy -segura de sí misma, Lorena cuenta cómo antes de iniciar un recorrido, en el tee -del hoyo uno, visualiza cada golpe, planea la dosificación de sus fuerzas, y -responde casi siempre a las expectativas que la rodean. “Me gusta la presión”, -dice sin arrogancia. Por si esto fuera poco, su sencillez de trato y su -proximidad con la gente hacen que, pese a dedicarse a un deporte que todavía es -de élite, haya calado entre las audiencias más amplias.

- Con estos antecedentes, su swing se ha convertido en el más preciado -entre los patrocinadores más exigentes no sólo para México, sino para todo el -mundo. Y aquí aparece un personaje nuevo: su también jovencísimo hermano -Alejandro, quien se ha convertido en su socio para otra función que exige la -misma planeación: gestionar la marca Ochoa. Ambos formaron Ochoa Sports -Management, y con el talento empresarial que apuntan los dos hermanos y si -mantienen la cabeza fría en el frenesí del éxito, como dice Lorena que es su -intención, podríamos estar ante el inicio de una nueva era del deporte -mexicano.

- Nuestras empresas deportivas pueden aprender mucho de estos dos hermanos. -Baste un ejemplo: un escandaloso caso de dopaje de dos futbolistas, que en -cualquier lugar del mundo hubiera generado dimisiones en cadena, generó un -intento inicial de ocultación por parte de los directivos federativos. Ni los -espectadores, ni los patrocinadores –que al final son quienes hacen rentable -nuestro precario deporte– merecen semejantes despropósitos, por no decir la -imagen de México, inevitablemente dañada por estas maniobras en su deporte -rey.

- Por fortuna, Lorena, admirada por los jóvenes de Corea –donde planea -lanzar una línea de productos con su nombre–, Estados Unidos o México, puede -ayudar a proyectar una imagen de otro México moderno, y crecer con ello.

- Satmex y las privatizaciones
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Sergio Autrey habla y se muestra optimista en la entrevista exclusiva que -ofreció a Expansión. Sus expectativas no pueden ser muchas: en el -proceso del concurso mercantil, el accionista mayor de Satmex, que ha visto -desvanecerse una visión de $4,293 millones de pesos de 1997, tiene todas las de -perder. Poco más puede esperar el Gobierno de su menoscabo de $188 millones de -dólares, ya que en la prelación de acreedores ambos están en el fondo de la -lista. La fascinante cuenta regresiva que relata Georgina Gatsiópoulos combina -la pasión de este sueño empresarial con la mala suerte de un accidente -ocurrido a miles de kilómetros sobre la tierra, el sueño de un satélite en -una bodega de la Guyana Francesa y pérdidas que se prevén millonarias para -muchos inversionistas.

- La triste reflexión que puede derivarse de este proceso, que se prevé -largo, es el cuestionamiento a los procedimientos de privatización de los -últimos 15 años. La banca privatizada a principios de los 90 quebró en 1995, -y no le hubiera ido mucho mejor sin la crisis –la cartera vencida ya era de -escándalo a finales de 1995–; el rescate carretero siguió a un plan -concebido con análisis delirantes; la privatización de la empresa satelital -mexicana que dio origen a Satmex concluyó con una pérdida para sus -accionistas, el Estado y los servicios de seguridad y educación que se dan a -través de estos satélites. Cabe una súplica: que las privatizaciones que hoy -en día se planean, se hagan con criterios de largo plazo y no exclusivamente -recaudatorios. La destrucción de valor acumulada en los casos antes mencionados -ya generó suficientes pérdidas.