Según un estudio de la Asociación Mexicana de Mujeres Ejecutivas (AMME), las mujeres en puestos de gerencia y dirección no construyen fuertes redes de colaboradores cercanos. Ese networking les hace falta, porque les ayudaría en su propio desarrollo profesional y para apoyar a otras colegas.
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“Al formarte alrededor de guías y ser mentor para otros formas estructuras; los equipos se vuelven sólidos, caminan juntos. Así funcionan los hombres”, explica Guadalupe Serna, del Instituto Mora, una de las dos investigadoras que elaboraron el estudio.
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La Fundación Motorola financió el trabajo que dio a la AMME los datos que requería para basar su plan estratégico en necesidades reales, dice Leticia Narváez, presidenta de la AMME, creada en 2000.
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El documento sobre las ejecutivas en la zona metropolitana de la ciudad de México revela la decisión con la que se aferran a su vida profesional. Por ejemplo: 69% ingresa al mundo laboral antes de cumplir 22 años; más de la mitad supera 16 años de desempeño en su trabajo; 73% ha continuado su formación con diplomados y maestrías.
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La AMME ya incorpora los resultados de la investigación en sus seminarios y desayunos mensuales, con pláticas sobre coaching y técnicas de negociación.