Fuera O´Neill,<br>¿bienvenida la recup

John Snow, nuevo secretario del Tesoro de Bush.

Se veía venir. Después de  la salida de Harvey Pitt, presidente de la máxima autoridad bursátil de Estados Unidos, quedaba claro que pasaría poco tiempo antes de que se anunciara la destitución de Paul O’Neill, el polémico encargado del Tesoro. Finalmente ese momento llegó el 6 de diciembre, un mes después de que aquél dejara el puesto –para que ambas renuncias no parecieran ligadas– y “casualmente” coincidió con el anuncio de que la tasa de desempleo había alcanzado 6%, la más alta en nueve años.

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El estilo del secretario nunca cuadró con el resto del equipo: su optimismo acerca de las perspectivas y sus declaraciones tan sincerotas como irresponsables –en una ocasión causó el desplome del real en Brasil tras decir que no iba a ayudar al país “para que el dinero acabara en las cuentas suizas de sus dirigentes”– eran claramente opuestos al perfil más disciplinado de otros funcionarios.

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Además, se había mostrado reacio a efectuar nuevos recortes fiscales, una medida que el gobierno considera prioritaria para reactivar la economía y que, según el depuesto dirigente, sólo serviría para incrementar el preocupante déficit del país.

No es de extrañar que la destitución de O’Neill fuera recibida con optimismo por los mercados financieros. Pero después del brindis, habrá que ver si su sustituto, John Snow, sabrá conducir la economía a terrenos más prósperos de cara a la reelección del mandatario en 2004.