Hakim Grupo Industrial <br>El caballo de
Con paciencia, el aeropuerto de la ciudad de México espera su turno en el proceso de privatización. Mientras tanto, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y Hakim Grupo Industrial mantienen sus esfuerzos para que, con su modernización, pueda ubicarse dentro del selecto grupo de “los mejores del mundo”, pues a pesar de la cantidad de pasajeros que recibe (la terminal aérea capitalina es la cuarta o quinta infraestructura aeroportuaria del mundo en ese sentido), la calidad de su servicio deja mucho que desear.
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Para muchos de los que compiten por esta concesión aeroportuaria, la solución sería complementar a las líneas aéreas con todos los servicios posibles y generar ingresos que permitan la modernización y el crecimiento continuo de las instalaciones. En este mismo tenor, Hakim —firma encargada de la actual ampliación de la terminal aérea internacional, que incluye la construcción de nuevas pistas de aterrizaje, locales comerciales y un par de hoteles— pugnará fuertemente por ganar la licitación y obtener todo el control del aeropuerto capitalino.
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Para Alfredo Hakim Aburto, presidente corporativo del grupo, después de los errores de diciembre de 1994 —año en que precisamente comenzó la ampliación de las instalaciones, mediante un esquema de concesión a 20 años para su operación comercial— las perspectivas tuvieron que adecuarse al “mal tiempo”. El empresario acepta que después de la abrupta devaluación de la moneda el grupo, como muchas firmas mexicanas, tuvo problemas que lo llevaron a declararse en suspensión de pagos.
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Sin embargo, aclara que “esta situación sólo duró un mes, el tiempo que tardamos en reestructurar nuestras deudas con los bancos”. Esta circunstancia no repercutió en la realización de los proyectos, asevera, y hasta el momento se han cumplido los plazos para que las obras de ampliación de la terminal aérea estén a tiempo para “iniciar el vuelo” en diciembre próximo.
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A la fecha, la inversión total suma unos $100 millones de dólares, lo cual es superior a lo planeado originalmente, pues el proyecto inicial sólo abarcaba la ampliación de la terminal aérea. Sin embargo, las necesidades del aeropuerto crecieron y se tuvo que incluir una nueva terminal terrestre para taxis, nuevas salas de espera y hasta un replanteamiento de camellones y estacionamientos del aeropuerto.
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La posibilidad de recuperar la inversión en un plazo menor de cinco años —lapso que había planteado inicialmente el grupo—, se volvió por supuesto un sueño, pero se asegura que en un -quinquenio comenzarán a percibir utilidades.
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En el corto plazo, la estrategia del grupo es luchar por ganar la concesión del mantenimiento y operación del aeropuerto más importante en territorio nacional. Además, Hakim piensa aprovechar el -impasse económico para continuar con el proceso de modernización y ampliación, que incluye el megaproyecto -Business Center. El grupo también mantiene sus planes para competir por otros aeropuertos.
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Buena voluntad
-Eso sí, parece evidente que Hakim cuenta con el apoyo decidido del gobierno federal pues, a modo de “compensación” a la inversión realizada por la firma en el proceso de ampliación de la terminal, las autoridades le otorgaron también la concesión de terrenos federales para construir dos hoteles Gran Turismo, que serán la piedra angular del centro de negocios.
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Según Hakim, la idea es edificar dos hoteles que cuenten con todo tipo de servicios empresariales para poder atender a aquellos ejecutivos que sólo puedan estar en la ciudad de México por poco tiempo y que, por esa razón, no puedan desperdiciar ni un minuto. “Hay mucha gente que atiende sus negocios en el aeropuerto; por ello, debemos contar con la infraestructura necesaria”. Para este proyecto paralelo, el empresario estima una inversión inicial de $60 millones de dólares. La construcción del primer hotel ya lleva 60% de avance y se espera que abra sus puertas en diciembre, junto con la nueva terminal internacional —que incluye más salas de espera y documentación—. El otro hotel apenas está en proceso de cimentación.
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Ubicado en el tercer piso de la terminal para vuelos internacionales, el hotel contará con 600 habitaciones y un sistema especial para documentación automática de vuelos programados desde la central. En su primera etapa, abarcará una superficie de 6,600 metros cuadrados, estacionamiento y acceso a través de elevadores y escaleras a unos metros de las salas de última espera.
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“Los terrenos son federales —confirma Hakim— y nos los han dado como compensación a la inversión que hemos hecho.” Sin embargo, también se sujetan al esquema de concesión por 20 años. Concluido dicho lapso, esta infraestructura también pasaría a manos gubernamentales, aunque existe la posibilidad de una ampliación de tiempo para estas asignaciones.
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Ires y venires
-La idea de modernización del aeropuerto capitalino tiene su prototipo en la terminal de Schipholl, ubicada en Amsterdam, Holanda. Estos proyectos, a los que se les conoce como “megaaeropuertos”, prestan diversos tipos de servicio propios de los centros de negocios (salas de videoconferencia, -spas, museos, campo de golf virtual, tiendas libres de impuestos, salas de cine, tiendas de diamantes, lavanderías, agencias de autos, etcétera). Inclusive, existen casinos en el área de Duty Free, abiertos de las siete a las 19 horas para los pasajeros con pase de abordar.
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En México, durante 1995 el flujo de pasajeros decreció con respecto al año anterior: mientras en 1994 se registró una cifra de 19 millones de pasajeros, el año pasado apenas llegaron 16 millones. “Esto no quiere decir que esta tendencia continúe a futuro —aclara el presidente corporativo—. De hecho, en los primeros meses del presente año ya se había incrementando la afluencia; pensamos que, aunque moderadamente, se podrían superar los niveles de 1994.”
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Ya está en construcción la tercera etapa de la nueva terminal internacional, con algunas áreas terminadas como la zona de documentación, la terminal terrestre, 11 posiciones de contacto y un edificio que conecta a la terminal internacional nueva con la anterior, explica. Este edificio albergará todo lo que son oficinas de los representantes del gobierno, migración y aduanas.
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Según datos de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), el aeropuerto internacional de la ciudad de México es el más importante del país, pues en él se concentra 25% del tráfico aéreo total. Además, alberga la segunda aduana más importante del país. Debe destacarse que México sólo tiene cinco aeropuertos comercialmente exitosos:
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Guadalajara, Cancún, Puerto Vallarta, Tijuana y ciudad de México, que son los únicos generadores de utilidades constantes. El resto opera con subsidios permanentes. Hasta el momento, Hakim participa sólo en el aeropuerto capitalino, pero mantiene su intención de competir en la licitación de otras instalaciones.
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Los problemas que padece la terminal defeña siguen latentes y la necesidad de construir un nuevo aeropuerto complementario es cada día más urgente. Las regiones contempladas por las autoridades son: -Toluca, Tizayuca, Puebla y Texcoco.
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“Nosotros hemos estudiado esta situación y sugerido que hay que quitarle presión al aeropuerto del Distrito Federal, pues por él transita mucha gente que no tiene necesidad de arribar a esta capital”, argumenta el empresario. Desgraciadamente, continúa, la tendencia hacia la centralización es poderosa y muchas rutas hacen paradas forzosas, que no necesarias, en la ciudad de los palacios.
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Hakim ha prescrito otros remedios, más o menos permanentes. “Necesitamos fomentar una aviación regional, que nos ayude a aprovechar toda la infraestructura aeroportuaria que tenemos. De los 58 aeropuertos construidos, sólo 10 funcionan con eficiencia; y otros cuantos sólo son rentables durante los periodos -vacacionales.” Hakim se inclina visiblemente por ubicar la nueva terminal en Texcoco, pues tendría grandes posibilidades de ganar la licitación para construirlo.
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Sin embargo, acepta que la necesidad de la nueva terminal no es apremiante todavía; aunque podría serlo en el futuro cercano. Con claridad, agrega que se requiere de un nuevo proyecto y no ir ampliando el que ya existe.
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Sobre el impacto ecológico que tendría invadir terrenos del Lago de Texcoco, Hakim asevera que con un estudio de impacto ambiental podrían -evitarse muchos problemas. Por otra parte, cree que si no se construye el aeropuerto, esos mismos terrenos serán invadidos seguramente por los llamados “paracaidistas”, para quienes la ecología no representa “una prioridad”.
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Libre comercio
-Los centros comerciales se crean en los aeropuertos para abatir costos de las líneas aéreas, pues los aterrizajes y las -instalaciones aeronáuticas resultan demasiado caras. Sin esta alianza entre aeropuerto, líneas y tiendas, el pasaje aéreo sería mucho más caro.
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Estudios realizados por Hakim indican que el viajero gasta en promedio una hora en el aeropuerto, sea mientras espera la salida de su vuelo o mientras interconecta con otro. Este tiempo puede ser aprovechado para hacer negocios, divertirse o descansar. De ahí la idea de abrir más locales comerciales, que amplíen la oferta de servicios y satisfagan diversas necesidades de los pasajeros “gran turismo”.
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Hakim asegura que de la primera etapa 100% de los locales están ocupados. Los espacios vacíos son locales asignados a las oficinas de ASA, que no han sido ocupadas, si bien representan un costo financiero muy alto. En la segunda etapa, la ocupación no es total; la tercera apenas se encuentra en proceso de arrendamiento.
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“Los locales para los que tenemos una concesión de 20 años son subarrendados por los comercios en diferentes planes. Algunos están a tres o cinco años y en otros se paga una renta mensual, según le convenga al cliente.” En todo caso, lo cierto es que los proyectos de comercialización del aeropuerto se han quedado cortos ante las expectativas originales del grupo.